Está previsto mejorar el sistema de organizaciones penitenciarias en la Unión de dos Estados

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Está previsto mejorar el sistema de organizaciones penitenciarias en la Unión de dos Estados


En los planes de trabajo de la Comisión Permanente de la Unión de dos Estados este tema ha aparecido por primera vez. Estamos hablando de las perspectivas de la cooperación de los servicios penitenciarios de Belarús y Rusia. Pero desde un punto de vista humanitario, es decir, sobre el destino de los presos y de la sociedad a la que tarde o temprano volverán. Es un problema técnico y humanitario. Por un lado, los presos deben ser aislados de manera segura. Por el otro, tienen que mantenerse en condiciones dignas, para que no salgan de la cárcel enojados y con nuevas habilidades criminales.


Director del Departamento de Correcciones del Ministerio del Interior de Belarús, Sergey Doroshko:
 Es necesario que en la cárcel los adolescentes no estén bajo la influencia perniciosa de los criminales endurecidos y que se preserve al mismo tiempo para ellos un sistema de “movilidad social”, que les deja una oportunidad

La prehistoria es siguiente. En octubre del año pasado en la localidad kazaja de Burabay los presidentes de los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes firmaron un acuerdo sobre la creación del Consejo de los jefes de los servicios penitenciarios. La primera reunión del Consejo, de hecho, de organización, tuvo lugar del 9 al 10 de junio en la capital rusa, Moscú.

Y dentro de un mes, el 4 de julio, en la sede de Minsk de la Comisión Permanente, con la participación del Secretario de la Unión de dos Estados, Grigory Rapota, fueron analizadas las áreas específicas de cooperación. Es significativo que a la reunión fue invitado el científico que no se dedica a los temas penitenciarios, el director de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, doctor en ciencias técnicas, catedrático, Piotr Vityaz. En resultado, se le pidió que coordinara el aspecto técnico de este asunto. En particular, la solución al problema de interferencia en las conversaciones por teléfonos móviles, para que los presos no pudieran estando en la cárcel seguir dirigiendo actividades criminales. Belarús y Rusia tienen tecnologías necesarias y buenos especialistas en este esfera.

La seguridad en la cárcel fue una de las tres áreas prioritarias de cooperación, analizadas a la final de la reunión. Las dos más: la salud de los presos y las condiciones de detención de los jóvenes delincuentes. Sólo dirá el tiempo, si van a tener el estatus de los programas de gobierno o cualquier otro.

El tono de la discusión humanista se lo dió el director del Departamento de Correcciones del Ministerio del Interior de Belarús, Sergey Doroshko, al proponer analizar el siguiente ejemplo. Un adolescente hace crimen por primera vez. Pero comienza a ganar la autoridad penal con la ayuda de los presos adultos estando en el centro de detención. Interrumpe sus estudios, pero tiene “prácticas de la prisión”... La conclusión es obvia: es necesario que en la cárcel los adolescentes no estén bajo la influencia perniciosa de los criminales endurecidos y que se preserve al mismo tiempo para ellos un sistema de “movilidad social”, que les deja una oportunidad. Sergey Doroshko aseguró que el sistema penal belaruso con el apoyo de los dirigentes del país está dispuesto para avanzar en esta dirección, y fue apoyado por su colega ruso, el vicedirector del Servicio Penitenciario Federal, el mayor general del servicio interno, Valery Maksímenko, que contó la historia de una moscovita, madre de tres hijos, que está en la cárcel unos meses por robar un pedazo de queso...

La opinión de resúmen del Secretario de Estado de la Unión de dos Estados, Grigory Rapota, fue la siguiente: se planea desarrollar las normas, la metodología del contenido de los delincuentes juveniles, teniendo en cuenta las mejores prácticas internacionales. Luego será importante evaluar el costo del programa e invertir en la creación de la nueva infraestructura. Además de eso, el Secretario de Estado hizo hincapié en la necesidad de evaluar la legislación de los dos países, y si hay diferencias, desarrollar propuestas encaminadas a su armonización. “Podemos hacerlo nosotros mismos. Tenemos el derecho de iniciativa legislativa y también a nuestra disposición está la Asamblea Parlamentaria, a la cual debemos hacer estas preguntas...”

Hace falta señalar que poco tiempo después de la reunión de Minsk fueron firmados los documentos necesarios y creados grupos de trabajo en áreas de cooperación. Esto significa que comenzó el verdadero trabajo de la interacción.

Víktor Ponomarev
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