Coleccionador de tarjetas, entusiasta, ilustrador

En quй pensaban y quй sentнan nuestros antepsados, cуmo percibнan la vida en Belarъs a comienzos del siglo ХХ, cuбl era el aspecto de las ciudades y de los pueblos del paнs — sobre lo dicho nos cuenta la exposiciуn excepcional de las tarjetas organizada en el Museo de la Gran Guerra Patria en Minsk. Su autor Vladimir Likhodedov es laureado del premio “Por el renacimiento espiritual” y hace poco publicу el libro бlbum “Buscando lo perdido: historia de Belarъs en las tarjetas viejas”. Hoy es el invitado de la redacciуn de la revista “Беларусь. Belarus”
En quй pensaban y quй sentнan nuestros antepsados, cуmo percibнan la vida en Belarъs a comienzos del siglo ХХ, cuбl era el aspecto de las ciudades y de los pueblos del paнs — sobre lo dicho nos cuenta la exposiciуn excepcional de las tarjetas organizada en el Museo de la Gran Guerra Patria en Minsk. Su autor Vladimir Likhodedov es laureado del premio “Por el renacimiento espiritual” y hace poco publicу el libro бlbum “Buscando lo perdido: historia de Belarъs en las tarjetas viejas”. Hoy es el invitado de la redacciуn de la revista “Беларусь. Belarus”.

Conciencia histуrica
Siempre me sorprendнa la gente que no sуlo colecciona algo, sino enseсa a los ciudadanos. Ya que no colecciono nada, no sentнa nada cuando veнa algunos objetos antiguos, ni me latнa el corazуn, es decir no me ocurrнa nada de lo que, segъn dicen los admiradores del pasado, siente el individuo cuando coge alguna cosita rara, testimonio de las йpocas anteriores. Prefiriendo la vida moderna con su ritmo vertiginoso, hasta no podнa suponer que, mirando las tarjetas viejas, voy a sentir alguna vez algo parecido a la conmociуn emocoinal. Se me despertу el interйs por los tiempos remotos. Ocurriу cuando hojeaba el libro de Vladimir Likhodedov “Buscando lo perdido”, cuya presentaciуn se celebrу en el centro de periodistas Casa de prensa.
Se sabe que cada persona tiene su perнodo de tiempo cuando se despierta su conciencia histуrica. Algunos sienten la agitaciуn por tocar la antigьedad siendo jуvenes, otros, digamos, como yo, son aficionados al teatro y lo prefieren ante el estudio de un castillo, basнlica o templo antiguo. A propуsito, Belarъs es rica en tales cositas que se reconstruyen y se restauran paulatinamente. Antes, viajando a lo largo de la frontera nacional a pie, suspiraba con alivio cuando acabбbamos la excursiуn por las ruinas del castillo de los prнncipes Sapega en el pueblo Golshany, o por los cementerios abandonados. Vale, ruinas, їy quй? pensaba yo.
Parece que mi conciencia o la inmersiуn en la historia comenzу en aquel momento cuando en el apartado del libro de Likhodedov “Provincia de Grodno” al pie una de las tarjetas vi la inscripciуn: Radun. Regiуn Voronovskiy.1916. En la tarjeta estб representada la calle desierta cubierta de nieve, a ambos lados de la calle las casas grises de madera, tres de ellas estбn en color rosa, por la calle van los trineos con el caballo, le sigue un perro.… Todo es tan sencillo y tan bonito. La tarjeta me recordу mi niсez en la provincia, cuando el invierno era muy frнo, habнa mucha nieve que crujнa cuando uno andaba y los carбmbanos grandes colgaban de los tejados de las casas… Recordй como viajamos andando en el aсo 1996 por la franja fronteriza, como pasamos por el pueblo Radun, y detrбs de nosotros iban los gitanos que querнan invitar a los periodistas capitalinos a pasar por sus casas (y a comienzos del siglo en Radun vivнan los gitanos).
Claro, 100 aсos para la historia no es un plazo largo. Pero aquellas casas que vi en la tarjeta de Likhodedov hoy no existen, y los colores que eligen los belarusos para pintar sus casas son el azul, amarillo, color violeta que se mezclan con el blanco y entre sн. Pero las casa de color rosa vimos en Radun (me acuerdo de varias). Las regiones de Brest, Gуmel, Grodno, Vнtebsk y otras… Al hojear el libro, reconocнa los sitios donde iba andando y por primera vez sentн tan claro: el pasado no desaparece, sino se queda para siempre con nosotros, entonces pensй: mi colega, periodista, etnуgrafo territorial y el autor de los textos para el бlbum “Buscando lo perdido” Ales Karliukevich tiene razуn. (A propуsito, en nuestra revista Ales tambiйn sigue publicando sus artнculos para las tarjetas de Likhodedov en la rъbrica “Retro/buscando lo perdido”). Esta respuesta me dio cuando le preguntй de lo que es necesario comprender para percibir a si mismo sumergido en el espacio histуrico: “Lo comprenden muchos. Pero, para llegar a comprender la importancia que tiene para nosotros el pasado, primero hay que sentirlo, es necesario algъn estнmulo, el arrebato propio emocional, destello, cuando sientes: eso es, por fin, lo comprendo…”. Sн en realidad es asн, el бlbum de Likhodedov en este caso tiene un valor inapreciable. Creo que muchos podrбn conocer la historia de su paнs si compran el libro (ademбs, es una ediciуn que podrнa ser un regalo estupendo). Eso es lo que le gustarнa a Vladimir.
— Quisiera que toda nuestra poblaciуn y no sуlo los jуvenes pensara en lo que somos, para quй vivimos, sin apartбndonos de lo pasado. Ya que los pueblos que no se acuerdan de su pasado desaparecen poco a poco. Visitй muchos paнses de Europa y vi como en los pueblos tratan de guardar y recuperar su historia. De esta manera no se pierden las relaciones entre las generacionaes. Y nosotros tenemos una historia muy rica.

Sobre las olas del rнo Dvina y Polota
їCуmo comenzу todo?
Como suele ocurrir cuando el destino indica el camino para seguirlo, el adolescente de 14 aсos, alumno de una de las escuelas de una antigua ciudad belarusa Pуlotsk, Volodia Likhodedov se apasionу por las tarjetas, lo que determinу su vida. Ciertamente sucediу como se relata en los cuentos cuando el protagonista estб en una encrucijada: eliges un camino — encuentras honor y felicidad… Claro que Volodia no pensу en los caminos fabulosos, йl mismo dice que era realista desde la niсez, sуlo se comprу la primera tarjeta con vistas de Pуlotsk en el club de coleccionistas de la ciudad. Se fue allб junto con sus compaсeros de clase: uno coleccionaba emblemas, otro — sellos, otro mбs — etiquetas de cerillas. “їQuй sentнas entonces?” — pregunto. “Pues, no sentнa nada”.
— No le creas, se hace el modesto. Estб enamorado de su ciudad, — dice Karliukevich, — sobre su ciudad natal puede contar durante horas, de lo precioso que son sus templos, los rнos Dvina y Polota. A propуsito, en la escuela donde estudiу Volodia hay una clase de kadetes, les regalу las copias de sus tarjetas dedicadas a cadetes. Es agradable portarse como un mecenas. Volodia estб enamorado de sus tarjetas, es la obra de toda su vida.
— Despuйs de la primera tarjeta quisй tener las vistas de todas las ciudades belarusas, — cuenta Vladimir, — asн empezу la pasiуn de coleccionar.
Pasaron treinta aсos. Likhoedov se graduу de la Academia de cultura fнsica (en aquel tiempo se denominaba el Instituto de cultura fнsica — red.), trabajу de entrenador de hockey, jugу al hockey, participу en las competiciones internacionales. Mбs tarde se dedicу al comercio. Pero nunca dejу de coleccionar, visitaba los encuentros de coleccionadores en diferentes ciudades.
— Visitй Vнtebsk, Brest, Minsk… Encuentros eran de ciudad, de repъblica, de uniуn soviйtica. Se celebraron en Riga, Tallin, Leningrado, Moscъ. Hoy dнa los coleccionadores se comunican generalmente por Internet, se intercambian de la informaciуn y despuйs, si les hace falta, se encuentran en vivo. Hace unos dнas he visitado el Club de los coleccionadores de Minsk, pero no he adquirido tarjetas nuevas.
їCуmo es la colecciуn de Likhodedov? En su mayorнa estб compuesta de las tarjetas con vistas de las ciudades y de los pueblos belarusos donde estбn representados tanto las personas, como los lugares notables. Hay tarjetas con escudos de gobiernos, con imбgenes de mapas. Vladimir explica que son tarjetas temбticas. Hay otras, dedicadas a las fiestas — Navidad, Pascuas, Aсo Nuevo.
— Digo sin falsa modestia que mi colecciуn puede ser la mбs grande del mundo, por lo menos no tengo informaciуn que lo niegue. Cuenta con mбs de 10 000 tarjetas.
Sн, como sucede todo empieza con una idea. El redactor jefe del periуdico “Belarus Segodnia”, personalidad emйrita del arte Pavel Yakubovich, al enterarse de las tarjetas de Likhodedov, le propuso pensar sobre el proyecto “Buscando lo perdido”. Y hace un poco mбs de tres aсos el proyecto arrancу: las tarjetas de Likhodedov empezaron a aparecer en las pбginas del periуdico “Belarus segodnia”. Los textos para ellas fueron escritos por los periodistas de “BS” y temporeros. Los que leнan el periуdico podнan viajar al pasado gracias a esta rъbrica. Por supuesto los lectores interesados encontraron allн sus momentos espirituales. Lo evidencian sus numerosas cartas a la redacciуn. Hoy dнa los relatos del pasado de las ciudades grandes y pequeсas del paнs siguen apareciendo en el periуdico. Muchos autores tienen sus recuerdos y pensamientos, uno naciу en una de las ciudades, otro tuvo un encuentro providencial... Por ejemplo Ales Karliukevich (ahora es el director de una instituciуn editorial de redacciуn “Litaratura y mastatstva”) dedicу a su patria Pukhovschina (regiуn de Minsk) un ciclo de artнculos. Es natural que las personas apasionadas por la misma idea encuentran uno a otro y obtienen йxito y fama siendo un equipo creativo. A propуsito, quiero notar que en el aсo 2006 los autores del ciclo de artнculos “Buscando lo perdido”, entre ellos Vladimir Likhodedov, Ales Karliukevich y Pavel Yakubovich, fueron premiados por el presidente con el premio “Por el renacimiento cultural”.

El dorso de la tarjeta (diбlogo)
— їQuiйnes son los coleccionistas? їSon fanбticos que, excepto sus colecciones, no son capaces de pensar en nada o son etusiastas?
— En su mayorнa encontraba a las personas que son educadas, inteligentes. Entre ellas hay tantos ricos, como los de las familias menos acomodadas. A todos se puede nombrarlos entusiastas que no se imaginan a ellos mismos sin la posibiliad de coleccionar. Son las personas muy apasionadas, cada uno con su tema. їQuй es lo que les une? Me parece que para los coleccionistas, igual que para mн, son de importancia tales conceptos como la moral, la cultura. Son valores que, debido a su pasiуn por la historia y por las tradiciones, permanecen vivos para que la gente pueda enriquecerse espiritualmente. Por eso damos a conocer a la sociedad nuestras rarezas.
— Y Usted, ї se expone a menudo?
— Ahora sн. Acabo de volver de Moscъ donde estuve en la feria internacional de los coleccionadores de tarjetas. Allн presentй dos бlbumes. Ademбs hay exposiciones permanentes: en la Universidad de Pуlotsk se exponen las copias de dos tarjetas mнas con las vistas de Pуltsk, en el motasterio de Zhirovichi — las tarjetas con las iglesias ortodoxas. Una de las mбs grandes, Usted lo sabe, se encuentra en la redacciуn del periуdico “СБ” (“SB”). Son cien grupos de tarjetas.
— їHay muchos jуvenes entre los coleccionistas?
— Bastante, sobre todo su cantitad ha crecido ъltimamente. Hay muchas personas de mi edad tambiйn que tienen mбs de cuarenta aсos.
— їTiene Usted amigos entre los coleccionistas?
— Por supueto, hay amigos y simplemente conocidos, en Minsk, Polonia, Lituania y en Alemania. Son muchos. A propуsito, un individuo, despuйs de intentar coleccionar algo, nunca deja este oficio. Entre ellos hay personas eminentes. Por ejemplo, en Polonia las tarjetas las colecciona el vice alcalde de Belostok, y en Vilna el jefe de correos. Ademбs nombrarнa al habitante de Kнev Vнktor Kerkevich. Tiene una colecciуn grande con las vistas de Kiev. En Moscъ vive Kirill Sokol que dispone de una colecciуn de tarjetas con los monumentos del Imperio Ruso. Muchos amigos de Polonia coleccionan las tarjetas con las vistas de Belarъs que antes formaba parte de un estado conjunto con Polonia.
— їDуnde encuentra Usted hoy dнa las tarjetas? їTiene algъn mecanismo para conseguirlas o enriquece su colecciуn a lo que salga, es decir, alguien sabe de su aficiуn y le comunica que tiene alguna tarjeta para Usted?
— Milagro… No lo creo. Nada cae del cielo, tenemos que buscar algo si lo queremos. Eso es lo que hago yo.
— їCuбles son sus planes para las futuras ediciones e ilustraciуn?
— Creo que la colecciуn de las tarjetas viejas, que nos relatan sobre las regiones de Belarъs, serбn editadas como un proyecto entero, en ello trabajamos con Ales Karliukevich. Ademбs, espero que la serie “Vida de los judнos” encuntre su continuaciуn (el primer бlbum “Sinagogas” fue editado en el aсo 2007 — autor). Tengo unas tarjetas interesantes que reflejan la cultura y la vida del pueblo judнo. Pienso sequir organizando las exposiciones en adelante.
— їQuiйn le auyda en su oficio?
— Mi mujer. Ella clasifica las tarjetas. La publicaciуn de los libros es imposible sin su ayuda, igual que las exposiciones.
— їY su hijo o hija no son aficionados a coleccionar?
— No lo he intentado. Tienen sus propias vidas, sus intereses. Respeto lo que han elegido. Pero si se publican los artнculos dedicados a mis colecciones, los leen. Creo que se sienten orgullosos. Igual que mis amigos.
— їCuбndo Usted se encuentra con los compaсeros hablan mucho sobre su aficiуn?
— Hablo con aquellos que se interesan. Comprendo que algunos son indiferentes hacia estas cosas. Y es normal.
— їY el dorso de la tarjeta le interesa a Usted? Es que allн se revela la historia de las relaciones entre la gente…
— No sуlo. Cualquier tarjeta es destino, episodio de la vida. Tengo, por ejemplo, mбs de 15 tarjetas que son cartas, mandadas por un remitente al destinatario y al contrario. Una parte de йstas estб presentada en la exposiciуn. Me gusta, cуmo la gente se dirigнa uno a otro a comienzos del siglo, y eso no fueron las formas como “hola” y “adiуs”. El respeto y calma llenan las cartas, las palabras vienen animadas de los sentimientos de aquellos que felicitaban uno a otro con el motivo de alguna fiesta o querнan comunicar algo muy importante. Una dio a luz, otro acababa de construir la casa, uno mбs invita a sus compaсeros a visitarle … El dorso de la tarjeta simboliza el aliento de la йpoca ya pasada, refleja el estilo de las relacionas humanas, su calor. Es otro idioma, ahora no hablamos como entonces, falta tanta preocupaciуn de uno por otro y del interйs por otra persona. Y estas cartas lo tienen.
Y una cosa mбs, a mi juicio, tambiйn muy importante. El historiador interpreta la historia como la ve, puede aсadir u omitir algunos momentos. El autor de la tarjeta suele ser una persona habitual, por lo que no lo hace, no necesita porquй aсadir, expresa la relidad. Por eso para los historiadores el dorso de la tarjeta es la capa de la vida que no puede leer en ningъn libro. Por ejemplo, uno escribe: estuve presente en la consagraciуn de la Iglesia el dнa tal o cual… Las fechas, los acontecimientos en la percepciуn de los ciudadanos como algo adicional hasta para los eventos histуricos son de gran importancia para los investigadores. Pero es un trabajo minucioso. Los textos mбs interesantes el pъblico podrб leerlos ahora en la exposiciуn.
— їSe le cumpliу todo con lo que soсaba Usted?
— Una vez ex dirigente del programa televisivo “Club de los viajeros” Yuriy Senkevich a la pregunta sobre la esencia de la felicidad contestу: la felicidad consiste en que el trabajo se convierta en la aficiуn bien pagada. Por eso no puedo decir que he alcanzado todo. Tampoco lo dirй en adelante ya que siempre tenemos que seguir el ritmo. Siempre me gustaba promover, enterarse de algo nuevo. Sobre todo, si sabes que esto puede ser ъtil para otra persona.

Valentina Zhdanovich
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