Charla entre coterráneos

El historiador, Ales Zaykó, hizo la colección de tradiciones lingüísticas de los vecinos del municipio de Ivatsévichi
 Los atractivos más importantes de la zona son el palacio de Puslóvskiye, construido en algún momento junto a la finca de los padres de Tadeusz Kosciuszko en Merézowszczyzna; la estación de correo en Nekháchevo; la Santa Iglesia de la Asunción en el pueblo Bobróvichi; el Canal Oginski... No son todos los lugares de atracción turística de uno de los municipios más grandes del país. El jubilado del pueblo, Zapolle, Ales Zaykó, está convencido de que ninguna otra región en la provincia de Brest no vive una vida cultural tan activa como el municipio de Ivatsévichi:



— Este año, planeamos competir con Brest como la capital cultural. Estoy cumpliendo con la función del historiador local.

Hace falta señalar que Ales Zaykó cumple con esta función según su convicción. Según la educación es el maestro de la lengua y literatura belarusa. Aunque ha dejado de trabajar, sigue manteniendo el contacto con la escuela. Ales Zaykó es el etnógrafo aficionado y escritor: así han definido el estatus y el oficio de muchos años de Ales Zaykó en el comité ejecutivo del municipio de Ivatsévichi, firmando la carta dirigida al mismo con motivo del 75° Aniversario del municipio.

A pesar de que es un aficionado, ningún otro profesional ha hecho tanto para preservar la autenticidad de su municipio. En el libro recientemente publicado, “Localidades del municipio de Іvatsévіchi”, el maestro ha presentado al público toda la información sobre los pueblos locales encontrada en los archivos:

— Alba, Avsto, Byten y Yatvez: sólo piensen. He registrado 110 localidades.

The Palace of the Puslovsky family in Kossovo District
El palacio de Puslóvskiye en pueblo Kosava

Vine al pueblo Zapolle para visitar a Ales Zaykó y pensaba que no demoraría una media hora, pero no me di cuenta qué rápido pasó el tiempo. El señor Ales es un excelente narrador. En la mesa en su oficina están diccionarios y enciclopedias. En el armario enciclopedias y diccionarios. El otro armario está lleno de las fotografías enmarcadas. Ales Zaykó también es un gran fotógrafo:

— Su primera exposición –imágenes de flores, árboles, personas y de obras arquitectónicas– ya fue celebrada en el museo municipal. Su paisano y amigo de la infancia, Ales Riazánov, hizo inscripciones.

— ¿Sabe, lo que me da fuerza? de repente pregunta Ales Zaykó y el mismo responde: ¡Es el amor! Sin amor, no se hace nada. Cualquier trabajo hecho con amor puede mover la tierra.

El libro sobre las localidades del municipio de Ivatsévichi Ales Zaykó lo dedicó a su esposa, Antonina. Ella también es la historiadora, su primera lectora, mecanógrafa y correctora. Es más, le da mejores consejos.

Ales Zaykó nació en Zapolle y estudió en Brest. Sirvió en el ejército y volvió a su tierra natal para trabajar de maestro. Durante toda su vida recogía el material lingüístico: proverbios y refranes, bromas y juegos de palabras, así como ritos tradicionales y palabras agradables y ofensivas. Publicó el “Diccionario dialéctico del municipio de Kossovo” y el “Diccionario fraseológico de Kossovo” (Kossovo es una ciudad fundada aún en el siglo XV). Se planea que en 2015 será publicado su otro libro.


En la finca Kosava, Febrero 4, 1746 nació Andrei Tadeush Kastsushka

En la oficina de Ales Zaykó permanece un gran número de sobres con docenas de tarjetas. Al principio, el historiador todo escribe aquí: si una u otra palabra-expresión resulta ser conocida, él pone enlace a sus diccionarios.

De repente el señor Ales me pregunta qué significa la palabra “obora” y yo me quedo calladita.

— Es un establo para vacas. “Shuma” son árboles de hoja, “gvost” son pinos. Son palabras increíbles. Una vez, mi pariente muy bebedor pidió la carne para sopa, diciendo: “Tal vez, se cocina, pero no se pone espesa la sopa”. ¡Cómo ha dicho! Así que me siento muy agradecido a mis paisanos, que han conservado todo este léxico tan variado.

Además de eso, Ales Zaykó tiene toda una colección de leyendas. En 1974, escribió el libro bajo el título, “Sobre el origen de las personas a la manera belarusa”. Marfa Zakhárovna Schurkó de Zapolle contó por qué se creía que en la tierra “estaba viviendo gente buena y no tanto”. El sujeto de la obra no era bíblico, sino muy apasionante:

— Adán y Eva tuvieron siete hijos y una hija. Cada uno de los hijos quería casarse con su hermana. Para procrear. Adam les pidió hacer ollas. En la primera se sentó su hija, en la segunda una osa, en la tercera una oveja, en la cuarta un pollo, en la quinta una gallina, en la sexta un pato y en la séptima una serpiente. Cada uno de los hijos eligió una olla. Quien se casó con la hermana, se le nació la gente buena y justa. Quién se casó con la osa, se le nació la gente severa y callada. Quién se casó con una oveja, se le nació la gente tranquila y paciente... Y así sucesivamente.

Es sumamente importante señalar que Ales Zaykó publica sus libros por su propia cuenta:

— Poco a poco estoy vendiendo mis bienes. Hasta el año 2009, escribí mucho, pero una vez enfermo, entendí que tendría que tener prisa para publicar mis libros en vida. A esta altura, me ayudan muchas personas. El libro –dedicado a las localidades del municipio de Ivatsévichi– me ayudaron a publicarlo las autoridades locales. Además de eso, mis artículos sobre la historia local se publican en el diario municipal.

El jubilado de Zapolle no deja su oficio. En la escuela local ha sido creado un museo etnográfico, en cuya exposición permanece la Biblia del palacio de Puslóvskiye, que Ales Zaykó ha comprado por cien rublos aún durante la época soviética. Además de eso, el maestro retirado lleva a cabo los recorridos por el museo y no se queja para nada que sigue viviendo en el campo.

— ¡Sigan viviendo en su tierra natal y no busquen la felicidad en otros lugares más lejanos! Es el consejo bien sencillo de Ales Zaykó.

Valentina Kozlóvich
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