El “Festival de la Cereza” –que se celebra en una pequeña ciudad belarusa de Glúbokoye– es bastante joven

Cereza en el pastel

El “Festival de la Cereza” –que se celebra en una pequeña ciudad belarusa de Glúbokoye– es bastante joven. Este año el festival ha sido celebrado por cuarta vez. Sin embargo, este evento cultural con un hermoso nombre ya tiene muchos amigos y ha ocupado un lugar digno entre los festivales que se celebran en la provincia belarusa de Vítebsk.

Entre ellos, a propósito, también se destaca el famoso festival, “Bazar Eslavo”, el festival de la coreografía moderna IFMC, el festival de música en la memoria de I. Sollertinsky y muchos otros. Si hablamos sobre el festival en Glubókoye, las agencias de noticias y los operadores turísticos se lo posicionan como uno de los eventos culturales más distintivos en Belarús. Además de eso, es uno de los diez festivales más visitados. Desde hace mucho tiempo, el festival tiene estatuto internacional. Sólo al IV “Festival de la Cereza” se lo asistieron los visitantes provenientes de Rusia, Letonia, Lituania, Georgia, Moldavia, Polonia y Alemania.


El disfraz más popular durante el festival es el disfraz de cereza

Diversión de la cereza


A principios del siglo XX, el propietario de Glubókoye, agrónomo y seleccionista, Boleslav Lapyr, popularizó la especie resistente a las heladas y le dió el nombre de la “Cereza Amarga”. Desde entonces las plantas se extendieron por todas las granjas agrícolas. Hoy en día, la ciudad de Glúbokoye con razón pretende ser llamada la “capital de las cerezas”. Por lo general, el festival de la Cereza en Glubókoye comienza a mediados de julio y dura una semana. Una colorida procesión con la participación de la Reina de la Cereza, la conferencia científico-práctica sobre jardinería, el concurso de humoristas. El programa del evento puede satisfacer al público más exigente. Por ejemplo, gozan de mucha popularidad los tiros con las pepitas de la cereza, así como la lucha en los dedos de los pies, la corrida en los talones o la corrida de los caracoles de cereza. Sin embargo, en el jardín de los cerezos –que en Glubókoye fue creado hace unos pocos años– habitan muchos caracoles. Por lo tanto, fue tomada la decisión de organizar la corrida con su participación. Recogieron dos cubos llenos de caracoles. Trajeron a la plaza central, donde cualquier persona podía elegir a un “animalito”, pegar número y poner en el centro del círculo esperando quien sería el primero en moverse. Es un pasatiempo divertido. Normalmente se reúnen muchos aficionados como en un partido de fútbol. El premio, por supuesto, lo lleva el ganador. Después de la competición a todos los caracoles se los devuelven al huerto. Los organizadores aseguran que todos los caracoles siguen vivos.

Además de eso, en Glubókoye se encuentran varios monumentos originales. Entre ellos, a propósito, el monumento al Barón de Munchausen. También hay monumento dedicado a la Cereza de Glubókoye. Entre los locales existe la creencia de que si uno quiere ser feliz, debe frotar una de sus cerezas de granito. Los turistas también conocen esta costumbre. No es sorprendente que todas las cerezas son muy brillantes. Además de eso, este año en la ciudad fue instalada la composición escultórica, “Familia”. También durante el festival los interesados tienen la posibilidad de degustar la deliciosa tarta de cerezas, comprar recuerdos hechos por artesanos locales y escuchar actuaciones de grupos musicales. Cuando esta vez me acerqué al escenario principal, allí actuaban los músicos jóvenes desde la provincia rusa de Sverdlovsk. Luego en el escenario subieron los integrantes del conjunto folklórico desde la ciudad georgiana de Telavi. El presidente del Ayuntamiento de Telavi, Archil Thlashidze, contó que en Kajetia también crecen cerezos, pero en Glubókoye tal vez son más deliciosas:

— Hace tres años hemos establecido las relaciones de amistad con Glubókoye. Hoy en día, nuestras ciudades son hermanadas. Si en el último festival, de nuestra delegación en el concurso musical ha participado sólo una persona, ahora hemos traído a Belarús dos conjuntos folklóricos. Además de eso, en un foro de inversión –que tradicionalmente tiene lugar durante el “Festival de la Cereza”– nuestros hombres de negocios –que trabajan en la industria de la construcción– han celebrado contratos mutuamente beneficiosos con una local empresa de la madera que está seriamente interesada en los productos de fachada belarusos.


Durante el festival en Glubókoye se inauguró un monumento a la familia

Economía e Inversiones


El acuerdo de amistad y cooperación entre Glubókoye y Telavi fue firmado anteriormente. A su vez, la administración de la localidad de Gremyachinsk, municipio de Osá, región rusa de Perm, el similar acuerdo bilateral lo ha firmado durante un foro de inversión, que ha tenido lugar en el marco del IV “Festival de la Cereza”. Es interesante que los rusos han conocido a los organizadores del festival en Glubókoye a través de Internet, una vez celebrado en 2015 el primer festival de la cereza en su país. Además de los rusos durante el foro de inversión los acuerdos de cooperación se lo han firmado el Departamento de Cultura del Comité Ejecutivo del municipio de Glubókoye y el Centro de Cultura del Ayuntamiento de Daugavpils (Letonia), así como el Consejo de Diputados de Glubókoye y el municipio de Svencchen (Lituania). Según Galina Unukóvich, presidenta del Consejo de Diputados de Glubókoye, una de las principales tareas del municipio de Glubókoye, como parte de la Eurorregión, “País de los Lagos”, comprende los contactos entre los grupos de trabajo de la Eurorregión, así como la ampliación de la cooperación entre ellos en la zona fronteriza entre Belarús, Lituania y Letonia:

— A partir de 2001, hemos llevado a cabo una serie de importantes proyectos conjuntos en el ámbito de la cultura, los negocios, la educación, y la cooperación entre los gobiernos de las zonas fronterizas. Sólo en los últimos tres años en el desarrollo de la economía del municipio fueron invertidos más de 180 millones de dólares norteamericanos. A esta altura, nuestro municipio es un miembro de las iniciativas internacionales tipo el “Plan Local de Acción Ambiental para los años de 2015 a 2020” y las “Acciones para el desarrollo exitoso del municipio de Glubókoye, como el territorio belaruso de la Eurorregión”, “País de los Lagos”. Hace falta señalar que el proyecto internacional de asistencia técnica está financiado por la Unión Europea. El presupuesto del municipio de Glubókoye en total es de más de siete mil 500 millones de rublos belarusos no denominados.

En cuanto a otros proyectos económicos –presentados en el foro de inversión durante el festival– se puede decir que algunos de ellos tienen relación directa con la vida cultural. Por ejemplo, está previsto crear en Glubókoye un museo-galería de Fedor Yástreb, paisano, artista fallecido en 2014. Buenas perspectivas se las tiene la empresa de carne de Glubókoye interesada en la construcción de granjas lecheras en su sucursal agrícola. El interés en este proyecto, a propósito, ya lo están mostrando los inversionistas israelíes. Curiosamente, en la empresa ha sido creado un club de equitación, cuyos atletas mantienen estrechas relaciones con sus colegas de Rusia y Letonia. Y, por supuesto, hablando de la ciudad de Glubókoye –zona de numerosos bosques y lagos– debemos mencionar el turismo de salud. Recientemente, cerca de Glubókoye, en el pueblo de Plisa, ha sido abierto el balneario del mismo nombre, donde ya están descansando pacientes rusos. Además de eso, su interés lo muestran algunas misiones diplomáticas acreditadas en Belarús. En el foro de inversión en Glubókoye, el balneario también ha presentado su proyecto relacionado con la construcción del complejo hotelero de entretenimiento, así como el restaurante.

Serguéi Golesnik
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