Castillo de nesvizh: patio de milagros musicales

[b]El formato de conciertos “open air” cautivу de una vez y para siempre al director de orquesta belaruso Viacheslav Vуlich , cuando estaba en gira artнstica en ciudades europeas, asistнa a conciertos clбsicos entre paredes antiguas, en plazas centrales de metrуpolis, canteros desusados con escenarios equipados en el estilo high-tech[/b]Desde entonces le apremiaba la idea de trasladar la уpera desde la sala de espectбculos a la intemperie, para que los espectadores belarusos puedan percibir una incomparable atmуsfera que aparece cuando van unidas historia, naturaleza y mъsica. La administraciуn del Teatro Belaruso de Уpera y Ballet sostuvo esta iniciativa. Todavнa quedaba por decidir dуnde llevar a cabo este proyecto raro para Belarъs. Las bъsquedas estaban en pleno proceso cuando en Nesvizh por fin se abriу despuйs de haber reconstruirse el Palacio de los Radziwill, residencia de una de las familias nobles mбs famosas de Belarъs. No se podrнa inventar un lugar mбs apropiado segъn su valor cultural, es que precisamente Nesvizh era el centro del auge de уpera y mъsica belarusas en la segunda mitad del siglo 18. Pero mayor sorpresa esperaba a los creadores del proyecto cuando llegaron para probar una plazoleta nueva. Los solistas de уpera descubrieron asombrados que la acъstica del patio interior del castillo es tan perfecta que no habrб falta utilizar micrуfonos para reforzar el sonido. Parecнa que las paredes del castillo habнan sido creadas para acoger las interpretaciones de mъsica...
El formato de conciertos “open air” cautivу de una vez y para siempre al director de orquesta belaruso Viacheslav Vуlich , cuando estaba en gira artнstica en ciudades europeas, asistнa a conciertos clбsicos entre paredes antiguas, en plazas centrales de metrуpolis, canteros desusados con escenarios equipados en el estilo high-tech

Desde entonces le apremiaba la idea de trasladar la уpera desde la sala de espectбculos a la intemperie, para que los espectadores belarusos puedan percibir una incomparable atmуsfera que aparece cuando van unidas historia, naturaleza y mъsica. La administraciуn del Teatro Belaruso de Уpera y Ballet sostuvo esta iniciativa. Todavнa quedaba por decidir dуnde llevar a cabo este proyecto raro para Belarъs. Las bъsquedas estaban en pleno proceso cuando en Nesvizh por fin se abriу despuйs de haber reconstruirse el Palacio de los Radziwill, residencia de una de las familias nobles mбs famosas de Belarъs. No se podrнa inventar un lugar mбs apropiado segъn su valor cultural, es que precisamente Nesvizh era el centro del auge de уpera y mъsica belarusas en la segunda mitad del siglo 18. Pero mayor sorpresa esperaba a los creadores del proyecto cuando llegaron para probar una plazoleta nueva. Los solistas de уpera descubrieron asombrados que la acъstica del patio interior del castillo es tan perfecta que no habrб falta utilizar micrуfonos para reforzar el sonido. Parecнa que las paredes del castillo habнan sido creadas para acoger las interpretaciones de mъsica...
Open air de mъsica clбsica no es una invenciуn moderna. Los cнrculos aristocrбticos mбs altos apasionados por ilustraciуn francesa tenнan de moda interpretar a los campesinos y celebrar picnics con representaciones musicales al sereno. Aunque simulaban amar a los campesinos, entre las capas altas y bajas existнa un lнmite muy preciso: las posesiones de los Radziwill se convertнan suavemente desde el palacio y parque en las aldeas prуximas: a menudo campesinos oнan sonidos de flautas o clavecines que llegaban de detrбs de paredes del castillo.
Era una tradiciуn comъn europea tener un patio con mъsica para la nobleza rica del siglo 18. Los aristуcratas seguнan todas las novedades de moda musical y ellos mismos componнan mъsica de buena gana. Saber tocar un instrumento musical era parte de educaciуn infantil al igual que el baile, esgrima y equitaciуn. Por eso no es sorprendente que comidas de gala, paseos en el parque, cazas, mascaradas e iluminaciones (fuegos artificiales), digamos, toda su vida cotidiana, se completaran con acompaсamiento musical.
El castillo de los Radziwill siempre lleno de representantes de familias belarusas y polacas reconocidas sorprendнa a sus huйspedes por una variedad de representaciones de уpera y ballet. Gastando mucho conseguнan mediante agentes comerciales partituras de obras de Pecini, Gluck, Boccherini, Pugnani, entre otros. Se mantuvo correspondencia activa con Haydn quien enviу a Nesvizh sus sinfonнas. Todo lo que se interpretaba con йxito en los escenarios de Parнs o Weimar ya al cabo de una semana aparecнa en casa de los Radziwill.
Aspirando a impresionar vбstagos de familias aristуcratas no escatimaban dinero y a veces alcanzaban apogeos de excentricidad. Karol Stanislaw Radziwill en pleno verano llenaba de sal las afueras y organizaba paseos en trineo aparejado de osos. Y a Michal Kleofas Oginskiy se le ocurriу traer de Austria el famoso pastel de Salzburg que se estropeaba en 8 horas despuйs de su elaboraciуn.
La mъsica se percibнa como un manjar sofisticado que por la maсana era fresco y hacia la noche llegaba a ser anticuado. No es sorprendente que la profesiуn de un compositor cortesano se aproximara a la arte del cocinero o zapatero. Sin embargo, se consideraba prestigioso trabajar en la corte de los Radziwill. Una vez firmado el contrato el compositor podнa disponer de una compaснa grande de mъsicos formada por 60-100 personas, varias orquestas — militar, de baile, jenнzaro compuesto por tambores y silbatos, y una mбs, muy rara, pero asombrante por su sonido — de cuernos. Cada “instrumento” en esta orquesta podнa producir sуlo un sonido y para interpretar la melodнa el director de orquesta necesitaba tiempo para indicar a cada mъsico su turno de soplar en el cuerno. Este “уrgano vivo” singular integrado exclusivamente por la servidumbre gozaba de mucha popularidad.
Los campesinos se veнan envueltos muy a menudo en las representacioines de espectбculos y mъsica. Los Radziwill incluso abrieron una escuela musical para niсos de campesinos, aunque no era fбcil estudiar allн. Los contemporбneos recordaban cуmo al escenario de teatro de los Radziwill salнan campesinas vestidas de trajes nacionales y kokуshnikis (antiguo tocado ruso) y cantaban canciones italianas y francesas con mucho armonнa y penetraciуn. Pero no cada ejecutante de servidumbre aunque con mucho talento musical innato podнa competir con divas de уpera — solista principal de Varsovia Malgorzata Yasinskaya o Anna Bermuzzi invitada por los Radziwill directamente desde Italia.
Lo que se refiere a Karol Stanislaw Radziwill, el propietario de la corte de Nesvizh de la segunda mitad del siglo 18, no se distinguнa por mucho talento musical. Como lo describнa en su diario la representante de otra familia famosa Alexandra Sapego, el clarinete en los manos de Karol Stanislaw gruснa como un cerdo. La falta de oнdo musical no le impedнa a Karol Stanislaw realizar un juego polнtico fino con la imperatriz rusa Catalina II que deseaba difundir la influencia sobre las tierras belarusas mediante “su” persona — rey de Polonia Stanislaw August Poniatovski. “Rey es el rey en Cracovia y Radziwill en Nesvizh”, — solнa decir Karol Stanislaw Radziwill. Ademбs, los ingresos de la familia Radziwill sobrepasaban ingresos del tesoro real.
Grandes honorarios atraнan a la corte de Radziwill a los mejores maestros europeos — cantor italiano, compositor y director de orquesta D. Albertini, compositor checo, organista y pianista Jan Vladislav Dusik. A los Radziwill no les costaba nada atraer al servicio a Jan Dawid Holland, gran compositor alemбn, que antes de trasladarse a Nesvizh era director de iglesias protestantes en Hamburgo y escribнa mъsica sacra. Quizбs se cansу componer misas o se dejу persuadirse por su esposa que soсaba con ser cantante de уpera en Varsovia, pero al llegar a Nesvizh Holland se quedу allн para 20 aсos. En su correspondencia se quejaba de que a veces los Radziwill no le pagaban todo y no siempre cumplнan con las condiciones, pero no anulу el contrato. Tal vez, el compositor alemбn se enamorу del paisaje belaruso y el бmbito de estos lugares le era prуximo y atractivo. Sobreviviу los repartos de Rzeczpospolita que comprendнa tierras belarusas y polacas, y por sus propios ojos vio como las posesiones de los Radziwill pasaron al dominio del Imperio Ruso. La corte brillante que existнa mбs de medio siglo se desvaneciу en la niebla del tiempo y partituras — testigos de alturas alcanzadas por arte musical de Nesvizh, — desaparecieron sin dejar huellas...
Hace 20 aсos al ir a Polonia para buscar los manuscritos perdidos Olga Dadiуmova, investigadora y musicуloga, no podнa imaginar que encontrarб en bibliotecas corrientes de Varsovia y Cracovia un verdadero tesoro musical — partiruras de compositores cortesanos de Nesvizh del siglo 18. Este descubrimiento en seguida trastornу la idea de que en Belarъs no existiera la cul-tura musical de йlite.
“En la sociedad soviйtica se formу un estereotipo preciso del noble como de un chupasangre y opresor del pueblo, no se solнa hablar de la cultura laica. Parecнa que en el centro de Europa habнa un “triбngulo de las Bermudas” que ignoraba todas las corrientes culturales — Renacimiento, Clasicismo, Barroco”, — relata O. Dadiomova.
Al conseguir las copias de partituras inapreciables O. Dadiуmova regresу a Belarъs y se puso a componer la imagen musical cientнfica de Belarъs. Pero las famosas personalidades de cultura de aquellos tiempos no podнan reconciliarse con la idea de que el cientнfico tiene sobre su mesa las partituras mбs raras que nadie ejecutaba. Al unirse con el compositor Vladimir Baidov y dramaturgo Serguey Kuznetsov, artista emйrito y director de Teatro de Уpera y Ballet Victor Skorobogбtov se puso a reconstruir una de las уperas encontradas de Jan David Holland, “La riqueza ajena no sirve a nadie.” Las partituras que eran variante para representaciуn casera debнan adaptarse para un escenario grande. Fueron escritas las partes para instrumentos de orquesta, acabada la dramaturgia, los fragmentos perdidos fueron completados con mъsica de Holland de otras obras y, por fin, el idioma de szclachta, polaco, fue traducido al belaruso acostumbrado para espectadores.
Viacheslav Vуlich, el director musical de open air de уpera en Nesvizh, no dudу un segundo quй la obra harнa principal en su programa. Dos siglos mбs tarde entre las paredes del castillo volviу a sonar la mъsica compuesta por uno de compositores predilectos de Radziwill.
“Entre el pъblico habнa mucha gente autуctona cuyos bisabuelos podнan ejecutar las representaciones de Radziwill. Y reaccionaban con mucha emociуn cuando resultaba que la protagonista es de Nesvizh o alguno de los personajes aseguraba que en Nesvizh era mejor que en Parнs”, — comenta impresionado Viacheslav Vуlich.
En el concierto de gala planeado para el segundo dнa de programa tambiйn habнa muchas obras de compositores belarusos de diferentes йpocas, incluyendo arias de уpera del siglo 18 “Caza salvaje del rey Stah” de Vladнmir Soltan y “Leyenda cana” de Dmнtriy Smуlskiy, de la уpera del siglo 18 “Apolo Legislador” de Rafail Vardуtskiy. Es simbуlico que interpretaban no cantantes invitados de Italia y Francia como en йpocas anteriores, sino los talentosos belarusos, amados y conocidos en muchos paнses del mundo. Oksana Vуlkova, Yъriy Gorodйtskiy, Anastasia Moskvinб, Nina Sharъbina, Stanislav Trнfonov, Ilia Silchukov — cada uno de ellos triunfу en varios concursos internacionales. Alguno de ellos pasa el perнodo de prueba en Alemania, alguno en el Gran Teatro de Уpera de Rusia, muchos participan en representaciones de teatros en otros paнses. Pero al saber del proyecto de Nesvizh muchos desearon tomar parte en йste.
Stanislav Trнfonov, ademбs, estaba invitado por solista de уpera belarusa Tatiana Tretiak a participar en su concierto “Melodнas de amor.” En la sala acogedora de Alcaldнa de Nesvizh adornada con retratos antiguos de Radziwill ellos ejecutaron canciones romбnticas italianas y romanzas antiguas rusas.
Parecнa que el tiempo se desplazу y durante 2 dнas los espectadores no sуlo percibieron el aliento del pasado brillante, sino recurrieron a su memoria genйtica, se sintieron orgullosos por su paнs que sigue siendo rico en personas talentosas e inspiradas.
La causa de estas emociones fuertes era simple: en todas las йpocas la gente creadora tienen determinado un objetivo: infundir бnimo a la gente y abrir sus almas para lo bello. Mientras viven en ellos inspiraciуn y fantasнa, buscarбn y crearбn...

Victoria Kamendova
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