Para los países como Belarús es objetivamente difícil estar entre los líderes en el campo de la política mundial

Buen comienzo de nuevas obras

Para los países como Belarús es objetivamente difícil estar entre los líderes en el campo de la política mundial. Claro que en virtud de la tradición y las diferentes categorías de peso aquí hay importantes jugadores.

Pero tampoco se puede acusar a Belarús de la actitud pasiva. Nuestro país siempre informa abiertamente sobre su posición en cuanto a las cuestiones que preocupan a la comunidad internacional. Por otra parte, las iniciativas de Belarús en varias ocasiones han sido presentadas desde la tribuna en la sede de las Naciones Unidas.

Y, a propósito, han sido apoyadas por los miembros. En general, la cooperación entre Belarús y las Naciones Unidas merece ser tomada en cuenta como bien constructiva desde muchos puntos de vista. Esta tesis, por cierto, está bien confirmada también por el trabajo bastante activo de la Oficina de las Naciones Unidas en Belarús. Basta con mirar el pasado año para ver esto. La perspectiva para el año corriente también es viable. Para el año 2016 está prevista la esperada visita a Belarús del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.


“Nosotros, los Pueblos de las Naciones Unidas, nos declaramos a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido indecibles sufrimientos a la humanidad...” Con estas palabras comienza la Carta de las Naciones Unidas, la organización cuya creación se considera como uno de los principales resultados de la Segunda Guerra Mundial. En 2015, la organización –que tiene como objetivo desde su fundación de evitar conflictos globales y en la actualidad abarca casi todos los aspectos de la vida de toda la humanidad en este planeta para tratar de lograr la igualdad y la justicia para todos– celebró su aniversario número 70. Pero no sólo con el septuagésimo aniversario de las Naciones Unidas el año 2015 se quedó grabado en la memoria de la comunidad internacional. Además de eso, fuimos testigos de un acontecimiento histórico, como resultado de numerosas consultas y discusiones, incluso en Belarús: la adopción en septiembre del año pasado, en la Asamblea General de la ONU, de la Agenda del desarrollo sostenible de hasta 2030, basada en diecisiete propósitos.

De una forma u otra, en 2015, las actividades de las Naciones Unidas en todos los países comprendieron los asuntos relacionados con el desarrollo sostenible. Y Belarús no fue ninguna excepción. Al contrario, precisamente en nuestro país tuvo lugar una de las acciones más emocionantes dedicadas a estos dos acontecimientos más importantes: el 70 aniversario de la creación de las Naciones Unidas y la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Vamos a analizar un poco la historia. Desde la fundación de las Naciones Unidas, la política exterior de Belarús estaba íntimamente ligada con la Organización. La República Socialista Soviética de Bielorrusia fue una de sus fundadoras. El 27 de abril de 1945, la conferencia de fundación en la ciudad de San Francisco tomó la decisión de incluir la República Socialista Soviética de Bielorrusia en el número de primeros fundadores de una nueva organización internacional, lo que era un reconocimiento de la valiosa contribución de la nación belarusa a la derrota de alemanes nazis, el respeto y la memoria de los millones de personas que sacrificaron sus vidas por la libertad no sólo para la nación belarusa, sino también para muchos pueblos de Europa, que estaban bajo el yugo de los nazis. Además de eso, Belarús fue el primer país de la antigua Unión Soviética, que en mayo de 1992, abrió en su capital la oficina de las Naciones Unidas. Por lo tanto, casi desde el momento de la formación de la Belarús independiente, las Naciones Unidas fueron representadas en Belarús. Cabe destacar que su trabajo en el país cubre una amplia gama de áreas: cambio climático, protección del medio ambiente, energía, migración, desarrollo económico, trata de personas, gobernanza democrática, derechos humanos y mucho más. Con su apoyo y sus acciones Belarús ayudó a las Naciones Unidas a establecerse en el nivel nacional e internacional. Tras cumplir con importantes proyectos conjuntos y llevar a cabo durante tres décadas la cooperación productiva podemos hablar de buenos éxitos ya logrados.


Sanaka Samarasinha, Coordinador Permanente de la ONU en Belarús

Si hablamos de los acontecimientos más recientes llevados a cabo en apoyo a una cooperación más estrecha, sin duda es la visita del Presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Como ustedes saben, el 25 de septiembre del año pasado, en Nueva York fue celebrada la cumbre, en el marco de la cual fueron adoptados los Objetivos de Desarrollo Sostenible destinados hasta el año 2030. Es importante que en su intervención en la cumbre el mandatario belaruso, Alexander Lukashenko, destacó la relación directa del desarrollo progresivo de cualquier país con la paz y seguridad en el planeta. Lo que se puede considerar como una declaración oficial en cuanto a la disposición de Belarús para cooperar con las Naciones Unidas y toda la comunidad internacional en la aplicación de sus compromisos globales. Pues precisamente en la cumbre en Nueva York fueron aprobados 17 objetivos de desarrollo sostenible, con el fin de hacer realidad los tres prospectos más importantes en los próximos quince años: erradicar la pobreza extrema, superar la desigualdad e injusticia, así como poner todos los esfuerzos posibles para detener el cambio climático en el planeta.

Al igual que años anteriores, el año 2015 fue muy rico en diferentes eventos muy importantes celebrados bajo los auspicios de la Oficina de las Naciones Unidas en Belarús. Se trata de las conferencias dedicadas a la cooperación técnica para el desarrollo, la prevención del VIH, la calidad de los sistemas de asilo, entre otros. Además de eso, estamos hablando de los concursos de trabajos creativos: dibujos y ensayos sobre el mundo. También son talleres, exposiciones, conferencias, decenas de intervenciones y cientos de reuniones. Mucha resonancia también tuvieron las últimas visitas a nuestro país del Secretario General Adjunto de Asuntos Económicos y Sociales, VuHonbo, el Enviado Especial del Secretario General de la ONU para los temas de VIH/SIDA en Europa Oriental y Asia Central, Michel Kazatchkin, el Administrador Asociado del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y el Director Regional para Europa, Comunidad de Estados Independientes y el Báltico, Dzhihan Sultanoglu, el Enviado del Secretario General de la ONU para los asuntos de la Juventud, Ahmad al-Hindawi, el Director de la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud, Zhuzhzhanu Yakab, y otros visitantes de honor representantes del sistema de las Naciones Unidas...

Se supone que en los próximos quince años, 193 países con membresía en las Naciones Unidas, hagan importantes esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en septiembre de 2015. Uno de los lugares clave en el cumplimiento de estos objetivos y el cambio de nuestro mundo para mejor, sin duda, ocupan personas jóvenes. La juventud de hoy es la cuarta parte de la población mundial y, por supuesto, determina en gran medida el desarrollo social y económico, sentando las bases para el futuro del planeta. En comparación con las generaciones anteriores, los jóvenes de hoy día, llegan antes a la madurez, tanto física como social, se los distinguen muchas expectativas en cuanto a sí mismos y la sociedad en que viven. Es notable que los jóvenes ponen a pensar en cómo podrían mejorar nuestro mundo. Los jóvenes, como nunca antes, están conectados de forma activa entre sí. Una razón para ello son los nuevos medios de comunicación y la globalización. Los jóvenes tienen la capacidad e importante potencial para iniciar cambios para mejor el mundo actual, y sin duda son capaces de solucionar los problemas que todos nosotros enfrentamos actualmente o deberemos enfrentar en un futuro próximo con el fin de resolverlos.

Como ustedes saben, para desarrollar el potencial creativo, científico y profesional de los jóvenes y su participación activa en la implementación de la transformación social y económica el año 2015 fue declarado el Año de la Juventud en Belarús. Además de la participación activa de este grupo más activo de la población en diferentes actividades –lo cual es una de las prioridades del trabajo de las representaciones de las Naciones Unidas en Belarús– vale la pena mencionar el acto de presentación del Consejo Asesor de Jóvenes de las Naciones Unidas, celebrado el julio pasado. De hecho, la creación del Consejo Asesor de Jóvenes es un proyecto muy nuevo, y en su esencia, es un órgano consultivo, que en el caso necesario, da recomendaciones a las organizaciones de las Naciones Unidas para los asuntos de los jóvenes, y también toma parte de las actividades de las agencias de las Naciones Unidas, que se dedican a la promoción de los intereses de la gente joven. Reconociendo la legitimidad de la tesis de que los jóvenes deben tener una voz en todo lo que tiene una relación directa con ellos –ya sea la educación, la ciencia, la cultura– la creación del Consejo Asesor de Jóvenes de las Naciones Unidas fue el punto de partida en el camino de la realización de esta idea.

Y, por supuesto, el acontecimiento más destacado del año pasado fue la iniciativa conjunta de la Oficina de las Naciones Unidas en Belarús y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Belarús, “Expreso ONU-70 en Belarús para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. La idea de esta iniciativa fue basada en la experiencia del “Expreso de Beijing”, organizado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) en 1995, cuando 200 mujeres representantes de los países de Europa del Este y la Comunidad de Estados Independientes, han viajado en tren por el trayecto desde Varsovia hasta Beijing para participar en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.


“Express ONU-70 en Belarús para expandir las Objetivas de Desarrollo Sostenible”

El inicio oficial de la iniciativa, “Expreso ONU-70 en Belarús para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, se dio en el momento de la siembra del Árbol del Mundo. En muchas civilizaciones, la plantación de un árbol simboliza la universalidad del mundo y la esperanza. Las flores blancas del árbol de cerezo (precisamente este árbol fue plantado en el parque Lóshitsa en Minsk) simbolizan la pureza (inocencia) y reencarnación.

La selección del cerezo es el símbolo del honor a los caídos. Para las futuras generaciones este árbol podría servir de un símbolo duradero de la armonía y unidad. Como en el caso con la comunidad internacional, un árbol de cerezo requiere atención cuidadosa y constante. Y sólo con cuidado y atención permanente este árbol –en muchos aspectos como el mundo– crecerá fuerte y resistente. Así que tendremos la posibilidad de ver, como el cerezo crecerá y florecerá en el parque Lóshitsa en Minsk.

A propósito, la ceremonia con la participación del líder belaruso, Alexander Lukashenko, así como con Dzhihan Sultanoglu, Ahmad Alhendavi, el Coordinador Residente de la ONU en Belarús, Sanaki Samarasinha, y otros representantes de las Naciones Unidas, miembros del cuerpo diplomático acreditado en Belarús y el Gobierno de Belarús, es un reflejo de un evento similar celebrado el 5 de mayo de 2015, en la sede de la ONU en Nueva York, donde Belarús actuó como un país iniciador.

Probablemente que este día haya tenido lugar un acontecimiento clave desde el punto de las perspectivas de la cooperación entre las Naciones Unidas y el Gobierno de Belarús en los próximos cinco años: la firma del Programa Marco de la ONU para la asistencia técnica a Belarús en el desarrollo (MANUD) para el período de 2016 a 2020. Hace falta señalar que este documento es una herramienta importante para la definición de una estrategia conjunta de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas en Belarús. El mismo fue preparado por la oficina de las Naciones Unidas en Belarús junto con el Gobierno belaruso, la sociedad civil, los representantes del sector privado, los grupos de la población más vulnerables, los socios nacionales e internacionales con el fin de promover y proteger los derechos humanos en el país y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

El Programa Marco tiene por objeto facilitar el logro de las prioridades nacionales en la esfera del desarrollo sostenible de Belarús a partir de la mejora de la competitividad de la economía, la introducción de las innovaciones, la implementación de las reformas estructurales y el crecimiento económico basado en el conocimiento, el desarrollo del capital humano, para garantizar la gobernabilidad pronta y responsable, promover la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales. Los principios de avance de la igualdad de género y los derechos humanos de conformidad con un enfoque basado en estos derechos están reflejados en todo el documento del Programa Marco.


Consejo Consultivo de la Juventud de las Naciones Unidas

El programa incluye actividades en cuatro áreas estratégicas, en consonancia con el mandato de las Naciones Unidas, así como las prioridades nacionales clave establecidas en la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible Socio-Económico de Belarús para el período hasta 2030. Cabe señalar que la dirección general de las actividades y la cooperación en los intereses del desarrollo entre las organizaciones del sistema de la ONU y el Gobierno de Belarús para los próximos cinco años se caracterizan por las siguientes prioridades:

• La gobernanza exclusiva, oportuna y responsable;

• El desarrollo económico sostenible;

• La preservación de un entorno favorable y utilización del potencial natural basado en principios “verdes” de la economía;

• El desarrollo del capital humano: la salud, la educación, la inclusión y la protección social, el desarrollo integral de post-Chernóbyl.

Hace falta tener en cuenta que la diferencia entre los dos programas marco es esencial. Esto se aplica tanto al contenido de los documentos, como al proceso de su preparación. El primer Programa Marco era esencialmente inspiradora en su esencia y ambiciosa en las metas, los objetivos y el monto de financiación. El énfasis principal se colocó en la cooperación con los socios que representaban al Gobierno. El nuevo Programa Marco es más inclusivo. Al proceso de su preparación fueron invitadas las organizaciones no gubernamentales, el sector privado y, sobre todo, los grupos de la población, que en el marco del programa obtendrán ayuda: empleadores, personas con discapacidad, refugiadas e infectadas con el VIH. Durante su preparación tuvieron lugar muchas consultas, debates y negociaciones.

Otra diferencia significativa del nuevo Programa Marco es que incluye sólo las prioridades estratégicas, cuya ejecución implica no uno, sino varios organismos de la ONU. Todas las cuatro áreas del Programa Marco están interrelacionadas, así como los indicadores objetivos (ocho de ellos): no se puede lograr un objetivo sin alcanzar al otro. Cuatro direcciones del Programa Marco no es sólo un reflejo de las prioridades establecidas en la ENDE-2030 y el programa quinquenal de desarrollo económico y social, sino también un reflejo de los 17 objetivos de desarrollo sostenible, que han sido firmados por los líderes mundiales en septiembre de 2015 y el Presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, en Nueva York.

Después de una breve pausa, volvamos al “tren de las Naciones Unidas”. El 23 de octubre del año pasado desde la plataforma de la Estación Ferrocarril de Minsk, partió el tren, “Expreso ONU-70”, hacia las ciudades belarusas: Grodno, Baránovichi, Brest, Gómel, Moguiliov y Vítebsk. En este recorrido de ocho días –realizado por los representantes de las Naciones Unidas por las ciudades belarusas– tomaron parte veinte agencias gubernamentales, 33 embajadas, representantes de más de 45 países, 246 empleados de las Naciones Unidas, 19 agencias y asociados de las Naciones Unidas, 150 organizaciones no asociadas, 25 socios del sector privado, 15 universidades y nueve escuelas, así como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, la Unión Europea, el Fondo Mundial, la Fundación de la María Sharápova, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y un grupo de periodistas. En resultado, en los eventos –que tuvieron lugar en el tren y en las ciudades belarusas– participaron más de 150 mil personas.


“Express ONU-70” visitó Moguilev”

En cada ciudad, se trataba de diferentes objetivos globales: buena salud en la ciudad de Grodno, la educación de calidad y la igualdad de género en la ciudad de Brest, la reducción de la desigualdad en la ciudad de Gómel, la eliminación de la pobreza y el hambre, el trabajo decente y el crecimiento económico y el desarrollo sostenible en la ciudad de Moguiliov, la energía accesible y limpia, el consumo responsable y la producción, la lucha contra el cambio climático en la ciudad de Vítebsk.

El tren de las Naciones Unidas, “Expreso ONU-70 en Belarús para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, tuvo que “llevar” a los representantes de la ONU, así como hacer llegar la información sobre objetivos globales a las personas, así como darles la oportunidad de hablar con los demás y escucharse entre sí. Se puede decir con seguridad que durante la presencia de la ONU en Belarús, esta acción es el mayor proyecto de divulgación, pero al mismo tiempo, la más vívida demostración de cómo el Gobierno de Belarús y la ONU pueden trabajar juntos por el bien de la sociedad.

El tren, “Expreso ONU-70 en Belarús para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, regresó a Minsk el 30 de octubre de 2015. Todavía quedaba el tiempo hasta el final del año. Era el momento de trabajo activo. Así, a partir del 20 de noviembre, el Día Mundial del Niño, la ONU en Belarús inició una campaña de información, “Belarus inclusiva: objetivos globales para todos”, para ayudar a superar el miedo y el prejuicio, así como dar esperanza a todos aquellos que no se sienten parte de la sociedad en que vivimos. Una especie de la culminación de la campaña coincidió con el Día de Derechos Humanos, que se celebra anualmente en diciembre. En este día, varios expertos y profesionales en sus campos se reunieron para analizar la aplicación de los resultados del Examen Periódico Universal en el seminario internacional en Minsk. El Resumen de Derechos Humanos es un mecanismo único que representa un análisis completo y exhaustivo de la situación con los derechos humanos en todos los países del mundo. A su vez, Belarús pasó el segundo ciclo del Examen Periódico Universal en mayo de 2015. El seminario internacional se convirtió en una plataforma para el intercambio de puntos de vista y mejores prácticas.

El fin de la campaña de información, “Belarús Inclusiva”, cayó al Día Internacional de Migrante, que también se celebra en diciembre. Hoy en día, como resultado de la globalización y los avances en la esfera de comunicaciones y transporte ha aumentado considerablemente el número de personas que quieren y son capaces de moverse a otros lugares.

Esta nueva era ha abierto nuevas oportunidades y al mismo tiempo ha planteado los nuevos desafíos para las sociedades de todo el mundo. El personal de la Organización Internacional para Migraciones y la Oficina de las Naciones Unidas en Belarús se han unido a la campaña internacional, “Enciende una vela”, para honrar la memoria de los migrantes muertos y rendir homenaje a sufrimientos que ellos enfrentan a diario.

El año pasado fue muy importante en el planeta.

El mundo celebró el aniversario número 70 del fin de la Segunda Guerra Mundial y la creación de las Naciones Unidas. Ahora, corriendo hacia el futuro, muchos tienen puestas sus esperanzas en los nuevos objetivos del desarrollo sostenible y su logro.

El año 2016 promete ser también nutrido y lleno de diferentes eventos. Uno de los más importantes acontecimientos de este tipo con razón será la conferencia internacional, “El accidente de Chernóbil y la sociedad: 30 años después del desastre”. Con el apoyo de las Naciones Unidas en Belarús está previsto celebrar el próximo abril la conferencia, y su principal objetivo será la cooperación encaminada a la superación de las consecuencias del accidente de Chernóbyl y la promoción del desarrollo sostenible de las regiones afectadas.

Se espera que el país pueda visitar el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. La invitación fue dirigida directamente al Secretario General de la ONU por el Presidente, Alexander Lukashenko, durante la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible y la sesión de aniversario número 70 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Todavía no hay fecha exacta de la visita. Sin embargo, el momento adecuado para él podría ser el mes de abril, cuando en Minsk tendrá lugar la conferencia dedicada a las consecuencias de la catástrofe en la central nuclear de Chernóbyl.

También en 2016 el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas celebrará el aniversario número 50 de su fundación. Hace falta señalar que el PNUD está operando en Belarús desde el año 1992. De conformidad con el Acuerdo entre el Gobierno de Belarús, la tarea principal de la organización es apoyar los esfuerzos nacionales para solucionar los problemas más importantes del desarrollo económico, así como promover el progreso social y elevar el nivel de vida en el país.

Así que este año, sin duda, promete ser otro año lleno de buenas obras llevadas a cabo por las Naciones Unidas en Belarús.

Vladimir  Micháilov
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