Aquí estoy en Europa

lo dice Maxim Osidúlov desde Sakhalín, estudiante de la Universidad Nacional de Belarús

lo dice Maxim Osidúlov desde Sakhalín, estudiante de la Universidad Nacional de Belarús


En algún momento para obtener educación en la capital Mikhail Lomonósov emprendió el viaje a pie de casi mil millas. A esta altura, para recibir el diploma no se requiere este tipo de sacrificios: el avión llevará a cualquier parte del mundo. Para averiguar cómo es la vida de los estudiantes rusos en Belarús, nuestro corresponsal se reunió con el estudiante que llegó a Minsk desde el “fin del mundo”.

Durante dos años Maxim Osidúlov está viviendo en Minsk. El estudiante de tercer año de la facultad económica de la Universidad Nacional de Belarús ya se acostumbró al ritmo de Minsk, pero se va de vacaciones con muchas ganas, pues sus padres se lo esperan en Sakhalin:

— Una vez terminados los estudios, seré manager en la esfera de asuntos internacionales. Ahora es una especialidad bastante demandada. Aprendemos la profesión en los ejemplos del trabajo de diferentes empresas exitosas: rusas, belarusas y occidentales. Es una especialidad versátil y útil en cualquier campo de actividad. Por ejemplo, recientemente he tenido prácticas en la empresa de venta de software.

— En la isla Sakhalín hay mucho pescado y mariscos. ¿Ha calculado la rentabilidad de este negocio, por ejemplo, con Belarús?

— Por supuesto, pienso en cómo se puede organizar la logística entre los dos países. En avión, con una escala, el vuelo dura nueve horas. Es necesario analizar la situación en Yuzhno-Sakhalinsk y estudiar la demanda local en artículos belarusos. Creo que los belarusos necesitan pescado, caviar. No tienen nada de eso. Me encanta marisco fresco, sólo cuando llego a casa, como estos productos.

¿Por qué de muchas universidades Maxim eligió la Universidad Nacional de Belarús? Un papel importante en este asunto se lo jugaron los amigos de los padres del muchacho, atletas profesionales, que habían trasladado ateriormente a la capital belarusa. Sus cuentos sobre Belarús hicieron su cosa. Muchos de sus compañeros de colegio ingresaron en las universidades de Khabarovsk, pero él tomó la decisión de cumplir con su sueño de mucho tiempo: vivir en Europa:

— Al principio pensaba ingresar en una de las universidades de Moscú o San Petersburgo. Pero después de pasar por Minsk un par de veces, decidió quedarse en su maravilloso país. Aquí la educación tiene buen nivel y hay menor alboroto. Además de eso, la Universidad Nacional de Belarús es la mejor institución de educación superior de Belarús, lo que conocen también en el Lejano Oriente.

Aquí, si diría a mis compañeros que estuve en Polonia o la República Checa, nadie se lo tomaría como una sorpresa. Pero en Sakhalín este tipo de viaje es todo un evento, pues para nosotros Europa es el extranjero muy lejano.

Después de vivir lejos de mi casa, comencé a apreciar de verdad mi tierra natal con sus montañas, mar y naturaleza impresionante. Antes, todo eso me parecía muy común.

A propósito, Maxim es el único chico desde Sakhalín que estudia en la universidad belarusa. Y cuando la Universidad Nacional de Sakhalín celebró el acuerdo sobre la cooperación con la Universidad Nacional de Belarús, a Maxim se le ofrecieron un papel de honor de representar la isla. El estudiante con agradecimiento aceptó la propuesta de esta misión “diplomática”.

— Bueno y ¿por qué Belarús?

— La gente tranquila y la arquitectura hermosa. Es agradable pasear por las calles de Minsk, sentarse en un café o ir al club con amigos. Me gusta que el albergue de estudiantes –en el que vivo– es un complejo moderno en buen estado.

En su tiempo libre, Maxim toca en el grupo de música recientemente creado. Es más, es un gran atleta. Y ahora, trata de mantener su forma física y visita el gimnasio.

El estudiante quiere conocer toda Belarús. Hasta el momento de los centros provinciales él sólo visitó Moguiliov y Gómel y asegura que tan pronto como sea posible, irá para conocer Brest y Grodno:

— Una vez hecho, podría aseverar con razón que hubiera visitado la Unión de dos Estados desde Sakhalín hasta Brest.


A fondo


Todos los años las universidades belarusas aceptan en torno a dos mil estudiantes rusos. De ellos casi la mitad ingresa en la Universidad Nacional de Belarús.

Svetlana Deviatkova
Заметили ошибку? Пожалуйста, выделите её и нажмите Ctrl+Enter