En la ciudad belarusa de Grodno fue celebrado un festival de la cultura callejera

Ambiente de carnaval en las calles de la ciudad

En la ciudad belarusa de Grodno fue celebrado un festival de la cultura callejera.
En la ciudad belarusa de Grodno fue celebrado un festival de la cultura callejera. Una fiesta inusual, o, como se dice ahora, sin formato, reunió en los antiguos puentes a miles de vecinos. Muchos de los que en aquella noche pasaron por el centro de la ciudad, estaban ansiosos de ver sorpresas. Pues el arte callejero, aunque es una cosa común en los lugares de atracción turística, para nosotros es toda una novedad. La esencia de este género es muy sencilla: sin mendigar, discretamente, sólo como una señal de gratitud por ver un espectáculo en la calle, pedir a los vecinos y turistas pagar una monedita.


Esta vez, el festival internacional, “Gran Teatro — 2014”, reunió a más de un centenar de artistas que trabajan fuera de los géneros académicos: estatuas vivas, geishas, ángeles y magos, bailarines de fuego, actores de teatro de sombras e improvisadores interactivos. A su vez, el mismo centro provincial se convirtió en un gran escenario teatral, donde a cada paso entretenían al público los personajes exóticos e incluso algo fantásticos.

A propósito, una muy alta concentración de figuras míticas y surrealistas descuidadamente caminaban por las calles como si ellas lo hacían todos los días, lo que daba al festival un ambiente de carnaval. Los números de concierto –cuidadosamente preparados y organizados– dejaban en claro que los vecinos reunidos tenían la posibilidad de ver las actuaciones de los actores profesionales, pero incluso más divertidas que en un teatro normal.

Debemos reconocer que un espectáculo teatral en la calle atrae muchísimo a cualquier público y lo hace sentir parte de la misma actuación. Eso es lo que sucedió durante una representación de la famosa obra, “Don Quijote”, puesta y presentada por el teatro de aficionados, “Eye”. Los espectadores no sólo ayudaban al protagonista vergonzoso, pero noble, a atraer a la hermosa Dulcinea, sentada en la ventana del segundo piso de una casa común de Grodno, sino también tomaron parte activa en la lucha contra los molinos de viento. En resultado, los vecinos, así como visitantes de la ciudad –cubiertos de harina de pies a cabeza– aplaudían de pie (en la calle no hubo asientos) a los brillantes actores, que les ayudaron a sumergirse en una maravillosa atmósfera de relajo e impunidad. Eso era lo que buscaba lograr con su representación el director del teatro, Dmitri Mastianitsa:

— Es natural que el arte callejero tiene que ser algo provocativo. Miren a su alrededor: la gente muy seria y metida en sus problemas. Y nuestro mayor objetivo es que no sólo nosotros tengamos caras alegres, sino que la gente alrededor también. ¿Cómo se puede lograrlo? Hace falta crear un ambiente especial. Comportándonos como niños, damos al público la oportunidad de recordar aquellos días, cuando ellos mismos eran pequeños y podían hacer todo lo que querían y nadie les retaba por ello.

Hace falta señalar que las estatuas vivas agradan mucho a los vecinos de Grodno. Alrededor de estos actores siempre se reúne mucha gente con una mirada sospechosa en su rostro, pues les parece todo un milagro lo que está pasando: una persona viva permanece durante mucho tiempo como una estatua de metal. Todos se acercan y como si esperen que suceda a continuación. ¿Cómo comportarse con estas estatuas vivas? Los primeros –que se meten en esta atmósfera– como siempre, son los chicos, que no se ponen incómodos, posan delante de las cámaras fotográficas junto a estatuas vivas. Todos los reunidos disfrutan de este proceso, incluso los mismos artistas.

— ¡Qué agradable estar aquí! Por primera vez, yo visité el festival en Grodno el año pasado. Pero el evento de este año a mí me pareció aún más interesante. ¡Más sonrisas, más entusiasmo y más magia! cuenta de sus impresiones una estatua de oro de un mago callejero, Alexei Stukin, jugando descuidadamente con un palo colgado en el aire sin ningún apoyo visible.

El grupo de espectadores se reunió alrededor de un mago con naipes. Era imposible acercarse al mismo. Las emociones eran tales que parecía que era el momento de expresar cualquier sitcom. Las personas reunidas comenzaban a reír a carcajadas o sorprenderse. Además de eso, por todos lados se escuchaban los sonidos de decepción. Algunas personas vieron que un mago tomó el naipe no detrás de la oreja, sino lo escondió en la palma de su mano.

Hace falta señalar que uno de los organizadores del festival, el coordinador del nuevo proyecto, “Historia Viva”, llevado a cabo en la provincia de Grodno, Sergei Ivanov, cuenta que este año ha podido encontrar a los actores del género excéntrico no sólo en Minsk, sino también en la provincia:

— Este año, hemos ampliado en gran medida la geografía de nuestro festival. Aquí han venido los actores de otras ciudades belarusas: Zhlobin, Brest, Vítebsk, Skidel y Lida, entre otras. Por lo general, utilizamos este foro cultural para que los vecinos de Grodno conozcan la obra de uno de nuestros paisanos más famosos. Esta vez, ha sido el artista, Stanislav Zhukovsky, oriundo del condado de Volkovysk, que vivió en la frontera de los siglos XIX y XX. Hemos preparado una exposición de reproducciones de sus paisajes, y de este modo los interesados han podido conocer todos los detalles de la creación de sus obras contados por el mismo. A propósito, el artista –que lo ha presentado– estaba vestido en el traje claro.

El caballero –acompañado de una dama fina en un vestido largo– con gusto contaba a los vecinos reunidos, cómo le vino la idea de presentar en sus cuadros el río Nemán y las haciendas de la gente noble. Lo hacía igual como su maestro, Levitán, sin bocetos y solamente de lo natural.

Cabe destacar que este maravilloso día se concluyó con el show de bailarines de fuego y de neón del teatro de sombras. Los destellos de luz en la oscuridad del verano saliente se han hecho un hermoso acorde final.

Ekaterina Chalóvskaya
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