Aguas vivas de Gerasim Bogomólov

Se puede decir que el reconocido hidrogeólogo, académico, Gerasim Bogomólov, llegó a la gran ciencia de los campesinos de Smolensk a través de “las puertas belarusas”
Se puede decir que el reconocido hidrogeólogo, académico, Gerasim Bogomólov, llegó a la gran ciencia de los campesinos de Smolensk a través de “las puertas belarusas”: comenzó a trabajar en Minsk, en 1947 fue elegido el miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de la República Socialista Soviética de Bielorrusia, y en 1960 a él fue otorgado el título de académico. Gerasim Bogomólov fue el descubridor de aguas minerales de Minsk. Trabajando antes de la guerra como el jefe de la empresa hidrogeológica de Minsk, él hizo el primer mapa geológico del país de los depósitos originales de aguas de Belarús y en la nota explicativa, por primera vez dio un pronóstico para depósitos de sal de potasio y el petróleo. Para homenajear al académico, Gerasim Bogomólov, los belarusos nombraron una de las calles en la ciudad de Soligorsk.

En Internet se puede encontrar una descripción muy sucinta de méritos de Gerasim Bogomólov. Él fue el autor de los mapas geológicos y tectónicos de Belarús, descubrió depósitos de sal de potasio y roca y el petróleo en Belarús. La vida de este maravilloso hombre fue llena de muchos descubrimientos, ideas inspiradas, hallazgos divinos. Incluso También el académico encontró algunos tesoros. Se trata del depósito de sal de potasio de Starobin, por cuyo descubrimiento y la exploración en 1952 a Gerasim Bogomólov fue otorgado el Premio de Stalin. Además de eso, por el descubrimiento y la exploración de petróleo crudo en Belarús en 1972 e científico recibió el Premio Estatal de la República Socialista Soviética de Bielorrusia. A esta altura, casi dos millones de los residentes de barrios de la ciudad de Minsk tienen la posibilidad de beber el agua pura y deliciosa que viene de las fuentes subterráneas artesianas, que antes de la guerra fueron encontradas bajo la dirección de un joven estudiante-geólogo, Gerasim Bogomólov.

Hace falta señalar que en Internet también se puede leer una entrevista con Yuri Bogomólov, el hijo del académico, también hidrogeólogo: “Mi padre se graduó de la Academia de Minería en 1929. En el período de 1927 a 1928 venía a Minsk y se dedicaba al tema de aguas subterráneas aquí. Hace falta señalar que el abastecimiento de aguas –que existe en su ciudad– es su contribución hecha en los años de 1927 a 1928. A su vez, el primer pozo –que permitió hallas aguas minerales, que ahora todos conocen como agua mineral, “Mínskaya-4”– fue perforado en el período de 1928 a 1929”. A propósito, la esposa de Gerasim Bogomólov fue belarusa. Se llamaba Francisca Vladislávovna Vrublévskaya, se graduó del Instituto de Lenguas Extranjeras de Moscú. Así que resulta que el joven desde la provincia rusa de Smolensk, étnicamente y estrechamente vinculada con Belarús y en cierto tiempo también la parte del antiguo Gran Ducado de Lituania, para siempre se unió con Belarús tan amada por él.

Se puede decir que el mismo Dios bendijo al hijo de un campesino para el trabajo duro, pero digno, y el mismo lo protegía en los momentos más importantes de su vida. Es posible que alguna vez a este tema sea dedicado un libro. El nombre de Gerasim Bogomólov está bien conocido y respetado en la comunidad de geólogos y ecólogos en la antigua Unión Soviética, así como entre los hidrogeólogos internacionales. Comenzamos a contar la historia de la vida del gran científico, académico de la Academia de Ciencias de la República Socialista Soviética de Bielorrusia, cuya trayectoria científica en mucho está vinculada con Belarús, con un episodio muy típico.


En la cara de la guerra


El catedrático, Gerasim Bogomólov, salió de la ciudad fronteriza de Brest en el tren nocturno destino a Moscú. Es más, el tren rápido Brest-Moscú se marchó el 21 de junio de 1941. Como sabemos, la estación de tren de Brest se encuentra en la orilla derecha del río Bug. Y ahora todo el mundo sabe: detrás del río ya estaba, por así decirlo, “preparada para cruzar la frontera” la Segunda Guerra Mundial. Además de eso, la 45ª División de Infantería de Alemania esperaba la señal para comenzar el ataque. Según los historiadores militares, la división fue formada por las tropas de reserva del comando principal y los batallones de asalto. Quedaban pocas horas hasta empezar ataque.

Cuando en la madrugada del 22 de junio las fuerzas armadas de Wehrmacht cruzaron la frontera estatal de la antigua Unión Soviética, en las afueras de la ciudad de Brest, el tren –en el cual se fue de la guerra el catedrático, Gerasim Bogomólov– ya estaba en la recta final entre Smolensk y Moscú. Por la mañana, contaba más tarde Gerasim Vasílievich, él supo sobre el comienzo de la guerra. En la Plaza de Kaluga (ahora es la Plaza de Octubre) de Moscú, se reunió la gente para escuchar el discurso del presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la antigua Unión Soviética, Viacheslav Mólotov. En este momento hubo diferentes opiniones. Algunos creían que la guerra fuera corta y el enemigo fuera derrotado muy rápidamente. Sin embargo, el catedrático de 36 años de edad no tenía ilusión y se sentía deprimido, pues entendía qué los dos pueblos –soviético y alemán– tendrían que pasar por importantes pruebas. Pues en los años treinta del siglo pasado estuvo en Alemania y conoció el espíritu de los alemanes, su alta cultura y antiguas tradiciones. En este momento Gerasim Bogomólov pensaba, qué invisibles fuerzas hicieron luchar estas dos civilizaciones, dos espíritus poderosos. El científico pensaba muy apenado que sería mejor que se enriquecieran mutuamente en vez de destruir uno a otro...


En el flujo de biocorrientes

Él se alejó de las batallas de guerra, literalmente, en las últimas horas, pero muchas fuerzas él –siendo científico y destacado especialista en hidrogeología– se las gastó para que llegara la Victoria tan esperada. Además de eso, a Gerasim Bogomólov se le tocó también ir al frente. Él terminó la guerra en Berlín poniendo su firma en la pared del Reichstag, siendo el coronel de tropas de ingenieros, el jefe adjunto de la unidad de retaguardia del Ejército Rojo. Durante la guerra, en sus momentos más críticos, él en varias ocasiones estuvo en los Urales, donde trabajaban para el frente muchas empresas y donde necesitaban de su competente ayuda del consultor hidrogeológico.

Cabe destacar que se preservaron datos interesantes acerca de cómo en 1942, en las minas de bauxita de Severouralsk Gerasim Bogomólov no sólo ayudó a solucionar un problema técnico bien complejo, sino también salvó del tribunal y el disparo a varios gerentes de las minas. Durante la famosa Batalla de Stalingrado, cuando se requería mucho aluminio para la construcción de aviones, de repente tuvo lugar un desastre: un enorme flujo de agua destruyó una mina al inundarla. Fue creada una comisión gubernamental encabezada por Gerasim Bogomólov, director del Instituto de Investigación Científica de Hidrogeología e Ingeniería Geológica, VSEGINGEO, para estudiar el caso. En sus memorias el famoso catedrático en la esfera de hidrogeología desde la ciudad rusa de Perm, Arkady Gáev, escribió: “Era el tiempo de guerra y el castigo de los culpables podría ser muy rápido. En esta situación, el académico, Gerasim Bogomólov, se manifestó no sólo como un científico brillante y buen organizador, sino también como un hombre muy honesto. Ayudó mucho el hecho de que Gerasim Bogomólov poseía de una capacidad extraordinaria de buscar yacimientos, aguas subterráneas y conductores metálicos con ayuda de biocorrientes. Para encontrar aguas subterráneas –que entraron en la mina– el científico utilizó la vid, sosteniéndola con en los brazos casi extendidos, como lo hacían antiguos buscadores de metales. Moviéndose metódicamente hacia un posible flujo de aguas subterráneas, Gerasim Vasílievich bastante rápidamente pudo determinar la dirección de su movimiento. Por lo tanto, la comisión gubernamental llegó a la conclusión que las minas fueron inesperadamente destruidas por condiciones naturales. El potente flujo de aguas subterráneas causó la inundación de las minas. Si no fuera hecha esta conclusión, los gerentes de las minas podrían ser disparados, lo que no era nada sorprendente en los tiempos de guerra. A su vez, la persona –que los justificaba– podría sufrir del mismo castigo. Así que Gerasim Vasílievich tuvo mucho valor y nadie sufrió. Se necesitó más de un año para arreglar luego estas mimas y seguir utilizarlas. Más tarde fueron determinadas todas las cavernas, el río Vagrán y sus afluentes fueron encerrados en tuberías, sin embargo, importantes flujos de aguas subterráneas traían un montón de problemas a los mineros. Es por eso que George Maksimóvich tomó la decisión de crear en la Universidad de Perm la escuela de espeleología de la importancia internacional”.


Desde la provincia de Smolensk hasta Moscú a pie


Este año, se celebró el aniversario número 110 del nacimiento del reconocido científico. Gerasim Bogomólov nació el 17 de marzo de 1905 en el pueblo de Slíiznevo, provincia de Smolensk (a esta altura, es el municipio de Novodutin, provincia de Smolensk), en la familia campesina. Los que han estado en esos lugares, saben que es un hermoso lugar en la zona de la colina Sychevka-Vyazma. Justo allí comienzan los ríos grandes: Dniéper y Dviná Occidental, así como un afluente del río Volga: Vazuza, que, a propósito, jugó un papel importante en la selección del camino de la vida por el pequeño Gerasim. A los tres o cuatro años de edad, compartía los recuerdos con sus seres queridos el gran académico, él limpiaba las piedritas en la orilla del río, ponía marcas y al día siguiente observaba, si ellas cambiaron su posición. De este río de su infancia el científico acordaba muchas veces. Poco antes de morir, en abril de 1981, él habló con su esposa, hijo y nietos y en voz baja, pero muy clara dijo: “Mi vida no era vana... Ahora debo prepararme para un largo viaje…Pero ustedes tienen que vivir. Creo que el siglo XXI en la ciencia va a ser muy interesante”. Además de eso, él añadió: “Es sumamente importante tratar de entender, cómo el espíritu cristiano –que no tiene nada que ver con el sentido de los gentiles y fariseos– pudo vencer la lógica y el derecho del Imperio Romano...”

¿Qué le parece, el científico y comunista de repente comienza a hablar sobre el espíritu cristiano? ¿Paradoja? Sin embargo, el mismo apellido Bogomólov se traduce como la gente que respeta a Dios. Tal vez, en ese espíritu fue educado el mismo futuro académico. Lo que indirectamente comprueba el hecho de que Gerasim Vasílievich no estaba de acuerdo con la decisión de Stalin en cuanto a la destrucción del Templo de Cristo Salvador. Claro que esta su actitud se la conocían solamente las personas más cercanas. Sin embargo, una fe profunda y sincera, y por lo tanto no ostentosa no le impedía ser comunista y servir más de medio siglo al partido. El científico estaba seguro de que un partido fuerte podría impedir el colapso de la antigua Unión Soviética. Así que su predicción podría ser considerada profética. Pues en cierto tiempo también el presidente ruso, Vlaímir Putin, dijo: “La gente –que piensa que podría ser restaurada la antigua Unión Soviética– no tiene cerebro; pero la gente –que acepta tranquilamente el colapso del país– no tiene corazón”.

Un episodio de la vida de Gerasim Bogomólov al menos permite hacer un paralelo muy interesante. Después de graduarse de la escuela secundaria y terminar la escuela técnica de agricultura en 1922, el futuro científico se dirigió de pie a Moscú. Puso sandalias en vez de zapatos. Así llegó, ingresó en la Academia de Minería Stalin de Moscú. Claro que este trayecto desde Smolensk hasta Moscú no se puede comparar con el “camino hacia la ciencia recorrido por Lomonósov”: Mikhail Vasílievich iba a San Petersburgo desde el lejano norte. Pero hay algo similar en estos dos destinos.

Siendo estudiante, Gerasim Bogomólov en 1928 (tenía 23 años) fue nombrado el director de la empresa del suministro de agua en Minsk. A propósito, en este mismo tiempo fue hecha la perforación del pozo, en cuyo resultado fueron descubiertas enormes reservas de agua mineral que ahora es ampliamente conocida como “Mínskaya-4”. El estudiante con talento y muy audaz por primera vez en el mundo proporcionó una opción más razonable para abastecer una ciudad de los así llamados horizontes acuíferos de aguas. Se conocen pocos descubrimientos de la clase mundial en geología. Hace falta señalar que a la misma el famoso escritor ruso, Mikhail Shólokhov, contemporáneo del científico, escribió su obra ampliamente conocida, “El Don Silencioso”. Además de eso, en 1912, el destacado científico ruso, inventor, Igor Sikorsky, por primera vez en el mundo diseñó y creó (también a los 23 años de edad) el avión, “Vityaz-Ilya Muromets”. Era el tiempo de grandes descubrimientos y entusiastas atrevidos... La era soviética tal vez es una de las más contradictorias y controvertidas en la historia de la humanidad: ha dado al mundo miles de personas destacadas en el campo de la política, el arte, la esfera militar, el deporte y la ciencia. El académico, Gerasim Bogomólov, es uno de ellos.


Entre el cielo y la tierra

Pero si sólo el trabajo con fines pacíficos, como prometían los poetas de la revolución, gobernara en el mundo soviético... Es muy difícil calcular todo el daño para el país y para la ciencia mundial causado por la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial. Luego fue la “perestroika”, la privatización depredadora de la propiedad estatal... Sólo podemos adivinar que importantes descubrimientos no hubieran tenido lugar. La trayectoria científica de Gerasim Bogomólov –con el que éramos muy amigos– coincidió con la gobernación de tres diferentes líderes soviéticos: Stalin, Khrúschov y Brézhnev.

Para adelantar, diré: el académico, doctor en ciencias geológicas y mineralógicas, catedrático, Gerasim Bogomólov, murió en Moscú a los 76 años de edad, el 8 de abril de 1981. Lo recuerdan en el mundo científico como uno de los fundadores del servicio geológico y la escuela hidrogeológica de la antigua Unión Soviética, tres veces ganador del Premio Estatal de la antigua Unión Soviética y la República Socialista Soviética de Bielorrusia, portador de órdenes, figura pública y estatal, el primer (y hasta ahora el único en la Comunidad de Estados Independientes) presidente de honor de la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas (AICH, IAHS).

Lo que es muy importante: cambiaban los jefes de Estado, en el país sucedían diferentes acontecimientos trágicos, pero el científico siempre tenía oportunidad de dedicarse a su importante trabajo. Aunque en los tiempos de Stalin, lamentablemente, hubo denuncias que lo afectaban mucho. Gracias a Dios no hubo graves consecuencias y el cielo y la tierra protegían al hombre con el mágico apellido, Bogomólov, pues el descubrimiento de grandes yacimientos –hecho por él– era una prueba más convincente de su “lealtad” al régimen.

Sería bueno que alguien recoja recuerdos sobre este gran hombre. Anteriormente, he citado las palabras de un científico, Arkady Gáev. Eso es lo que leemos en los registros de su contemporáneo, reconocido escultor, artista popular de la antigua Unión Soviética, desde Minsk, Azgur Zaire. “Recientemente, he concluido el trabajo sobre el busto de Gerasim Bogomólov. Ahora sé todo de él: con todo su ser él llevaba la luz y el amor, pero el mismo dudaba mucho de que el mal podría ser vencido. La fuerza de su espíritu era tan poderosa, que sólo con el paso del tiempo podría ser entendida esta contradicción. Estoy seguro de que cuando hablan del misteriosa alma rusa, tienen en cuenta precisamente este fenómeno”.


Fundador y director de VSEGINGEO

Al hombre siempre caracterizan sus acciones. ¿Cómo pasó que precisamente Gerasim Bogomólov –también hubo otros científicos dignos– se convirtió en el fundador y primer director (de 1939 a 1950) del Instituto de Investigación Científica de Hidrogeología e Ingeniería Geológica (VSEGINGEO)? Es la primera entidad de investigación científica en el mundo de este tipo. Luego el científico durante tres años (de 1950 a 1953) trabajó como viceministro de Geología de la antigua Unión Soviética.

De la biografía de científico conocemos: después de graduarse de la Academia de Minería, él trabajó como geólogo jefe, director de la oficina de las aguas subterráneas del instituto de instalaciones. Más tarde ocupó el cargo en el Instituto Geológico de Moscú y al mismo tiempo en el Instituto de Ingeniería y Construcción de Hidráulica e Hidrología (de 1931 a 1935). Y luego fue creado el VSEGINGEO, al cual Gerasim Bogomólov atrajo a trabajar a varios prominentes científicos, fundadores de la ciencia hidrogeológica e ingeniería geológica: de eso se puede leer en diferentes fuentes científicas. En mi opinión, por varias razones el oriundo de la provincia de Smolensk tuvo mucha suerte en esta vida. En primer lugar, a sus 34 años (el VSEGINGEO fue creado en 1939) Gerasim Vasílievich ya tenía experiencia de ser gerente de grandes empresas hidrogeologícas. En segundo lugar, en el primer Congreso de Hidrogeología de toda la Unión Soviética –celebrado en 1931– el hidrogeológico, Gerasim Bogomólov, fue quien hizo una propuesta para crear una institución de ese tipo. Además de eso, más tarde él fue autor de varias peticiones enviadas a las autoridades superiores, así como el iniciador y coautor de la importante carta a nombre del Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la antigua Unión Soviética, Viacheslav Mólotov. Esta carta aceleró la organización del instituto. En tercer lugar, los superiores también apreciaban mucho las cualidades personales del futuro director, su capacidad de evaluar objetivamente la situación y organizar a la gente, de forma clara y precisa expresar su posición, así como asumir la responsabilidad. Además de eso, al parecer, fue tomada en cuenta también su infinita paciencia en el trato con los demás, su hacer gestiones y su habilidad de manejar un equipo de trabajo a partir de sus cualidades profesionales y su bondad y tacto.

¿Tuvo suerte? Pero los que trabajan honestamente y se esfuerzan mucho –sin tratar de evadir o apartarse– siempre tienen mucha suerte en la vida. Hojeando documentos de archivo, me di cuenta: la Decisión del Consejo de Comisarios del Pueblo de la antigua Unión Soviética, el año 1939, No. 977, sobre la creación del VSEGINGEO y las órdenes del instituto No.1 y No.2 fueron firmados en cinco semanas. Todo el trabajo de organización fue hecho muy rápidamente. Hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial (01.09.1939) quedaban sólo 21 días. Hay también otro detalle: Gerasim Bogomólov defendió su tesis para el grado de doctor en ciencias geológicas y mineralógicas el 26 de enero de 1940 en Leningrado (a esta altura, la ciudad rusa de San Petersburgo — Aut.): no muy lejos de la ciudad tuvo lugar la guerra soviético-finlandesa. Es más, Gerasim Vasílievich presentó al consejo científico del Instituto de Minería de Leningrado una gran colección de obras de investigación (anteriormente de esta manera pasaba la defensa de la tesis de doctorado en la esfera de la hidrogeología), así como el trabajo científico: “Aguas artesianas y subterráneas en las condiciones del poderoso desarrollo de los depósitos cuaternarios en el territorio de la parte occidental del país”. La defensa de la tesis fue todo un éxito. A propósito, a continuación, las tradiciones científicas del VSEGINGEO fueron seguidas en las actividades llevadas a cabo por el laboratorio de problemas hidrogeológicos de la Academia de Ciencias de la antigua Unión Soviética, creado durante la guerra, más precisamente, en 1944.


“Gran conocedor de la geología e hidrogeología de Belarús”

Su trabajo y el talento científico y organizador fueron apreciados por sus numerosos colegas. Leí una de las características de Gerasim Bogomólov de los tiempos de guerra. La firmaron en la primavera de 1944 los miembros correspondientes de la Academia de Ciencias de la antigua Unión Soviética, catedráticos. En adelante viene el documento: “Es el gran conocedor de la geología e hidrogeología de Belarús. Debería ser especialmente destacado su trabajo como director y organizador de obras de investigación en hidrogeología e ingeniería geológica en nuestro país y en la solución de los problemas más importantes en esta esfera. Por lo tanto, el desarrollo de un método de consolidación química de suelos y el desarrollo práctico de este método en el país en gran medida se deben al a cadémico, Gerasim Bogomólov, que se empeñaba en esta tarea cumpliendo la orden de S. Ordzhonikidze (comisario del pueblo de la industria pesada de la antigua Unión Soviética en el período de 1932 a 1937 — Aut.). Prestaba mucha atención a la capacitación del personal científico y promovía ideas innovadoras, llevaba a cabo una importante labor docente y tenía iniciativa y capacidades creativas”.

Estas líneas evidencian que no era nada casual que Gerasim Bogomólov fue elegido el director de esta importante institución científica. A propósito, su impulso creativo y de sus partidarios en cuanto a la creación del VSEGINGEO era tan poderoso que posteriormente la institución tuvo un grupo de destacados hidrogeólogos e ingenieros geólogos, doctores en ciencias. Conté más de un centenar de personas que ahora son conocidas en el mundo científico. Se trata de prominentes científicos en el campo de la hidrogeología e ingeniería geológica.

Hace falta señalar que el período hasta 1961 –cuando el VSEGINGEO fue pasado a la provincia de Moscú y fue liquidado el famoso Laboratorio de problemas hidrogeológicos Fiodor Savarensky en Moscú– se puede considerar la “edad de otro” para la ciencia y la práctica hidrogeológica.


“El Lago de los Cisnes” y el acento georgiano

Con las aguas de lago, río, subterráneas e incluso “teatrales” en la vida del científico-hidrogeólogo fueron relacionadas muchas historias interesantes. Por ejemplo, es simbólico que en 1950, Gerasim Bogomólov –siendo director del VSEGINGEO– fue nombrado el viceministro de Geología de la antigua Unión Soviética. Ese día, junto con su esposa el académico estaba mirando en el Teatro Bolshoi el ballet, “El Lago de los Cisnes”. Durante el espectáculo se les acercó un hombre vestido de civil y en voz baja dijo a la esposa de Gerasim Vasílievich: “Francisca Vladímirovna, me gustaría llevar a su esposo”. En aquellos tiempos esta frase podría hacer desmayar a cualquier persona, pero la esposa del científico estaba a punto de gritar en el silencio, tratando de proteger a su marido del peligro: “Yo sé, dónde lo llevará”. El hombre comenzó a tranquilizarla y se inclinó para decirle: “No se preocupe, su esposo regresará en media hora”.

Gerasim Vasílievich fue llevado al Kremlin. Caminando por sus pasillos el científico junto a la puerta abierta de una de las oficinas oyó la voz con acento georgiano muy característico: “Usted está nombrado el viceministro de Geología de la Unión Soviética... ¡Eso es todo!” El nuevo viceministro regresó al teatro antes intermedio...

En su nuevo cargo, Gerasim Bogomólov supervisaba la exploración y explotación de los yacimientos de petróleo y gas y los depósitos de aguas subterráneas en todo el vasto país, desde Moldavia hasta Kamchatka. En esta esfera fueron creadas importantes reservas para el largo plazo. Dicen que Gerasim Vasílievich siempre estaba muy abierto a pesar del cargo tan alto. Era una persona muy natural y humana. En 1950, el catedrático Bogomólov encabezó la delegación soviética en la celebración del 100° aniversario del Servicio Geológico de la India. Su encuentro con el primer ministro de la India, Jawaharlal Nehru –celebrado por primera vez en la historia de los dos países- significó el interés común en el desarrollo de las investigaciones en la exploración de petróleo en la India.


En minas potásicas de Soligorsk

Toda la magnitud de la personalidad

Poco después de la muerte de Stalin desapareció el Ministerio de Geología y Gerasim Bogomólov volvió a las actividades científicas y prácticas. Su conocimiento, experiencia y la intuición de gran geólogo fueron demandados en el país y en el extranjero. Él llevaba a cabo las investigaciones hidrogeológicas en muchos países del mundo: India, Pakistán, Chile, Alemania, Francia, países del Oriente Medio, de África del Norte, Australia... Fue el primero que dio una previsión de reservas de petróleo en la India y aguas subterráneas en el Sahara Septentrional. Además de eso, era autor de más de 300 publicaciones científicas (55 monografías). Cabe destacar que el libro de texto de Gerasim Bogomólov, “Hidrogeología con los fundamentos de la ingeniería geológica” para las universidades y escuelas técnicas fue reeditado tres veces y traducido a siete idiomas diferentes. También durante más treinta años, Gerasim Bogomólov era profesor en el Instituto de Exploración Geológica de Moscú y la Universidad Nacional de Belarús. Preparó a trece doctores en ciencias y 33 candidatos a doctores en ciencias. Era laureado del Premio Estatal y titular de órdenes y medallas...

Tal vez, nosotros no podemos saber nada de lo que estaba haciendo el académico, pero es importante entender toda la magnitud de su personalidad tras sus contactos: Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi, Abdel Nasser, Salvador Allende Goossens, Muhammad Ayub Khan. Así son nombres de los políticos prominentes, con los cuales él había relacionado durante su trayectoria científica. Entre ellos también están muchos científicos de renombre internacional. Por supuesto, estos encuentros tuvieron mucha importancia para el científico. Una fuerte influencia en el académico tuvieron las visiones de Jawaharlal Nehru en cuanto a las formas de investigación, de las qué, a propósito, escribieron en el siglo XIX los filósofos rusos: Piotr Kropotkin e Iván Ilyin. En sus conferencias y discusiones públicas Gerasim Vasílievich a menudo regresaba a estas ideas, dando pruebas adicionales de su viabilidad.


Los paisajes exóticos cerca de Soligorsk

El agua siempre encontrará un camino...

En 2005, en Moscú y Minsk fueron celebradas las reuniones solemnes de la comunidad científica, dedicadas al 100° aniversario del nacimiento del académico, Gerasim Bogomólov. En las mismas participaron los destacados científicos y académicos –belarusos y rusos– que personalmente conocían al gran investigador. Las actividades conmemorativas fueron cubiertas por los medios de comunicación. Además de eso, fueron publicados muchos artículos en diferentes idiomas.

A su vez, 50 volúmenes de la monografía, “Hidrogeología de la Unión Soviética” es un importante homenaje a la memoria del académico. La obra refleja los resultados de las investigaciones de muchos años de los científicos del VSEGINGEO. En el siglo XX fue hecha su segunda edición. A propósito, en 1938, en el consejo de redacción para la preparación de la primera edición fueron incluidos expertos autorizados, incluso el candidato a doctor en ciencias, Gerasim Bogomólov.

Es simbólico que en marzo de 2005, el año de aniversario del académico, Bogomólov, hidrogeólogo más importante del siglo XX, bajo los auspicios de la UNESCO, fue lanzado el Programa del Decenio Internacional, “Agua para la vida”. Además de eso, durante mucho tiempo, se están analizando a diferentes niveles, incluso al nivel de la ONU, los problemas de la seguridad de aguas de los países de la Comunidad de Estados Independientes. En la primavera de 2007, en San Petersburgo tuvo lugar el Simposio Internacional, “Futuro de Hidrogeología: actuales tendencias y perspectivas”. Sus participantes decían que la organización de las investigaciones científicas en la esfera de la hidrogeología es de particular importancia en las actuales condiciones, cuando el valor de los recursos hídricos para el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad aumenta, y el mantenimiento de la calidad del agua potable natural es uno de los mayores desafíos que enfrenta cualquier gobierno. A su vez, el 14 de mayo de 2010, la comunidad hidroeléctrica rusa creó la “Unión de Hidrogeólogos de Rusia”, que está abierto que entren miembros extranjeros de la Comunidad de Estados Independientes.

Como se puede ver, la causa del académico sigue viva y continúa...


El primer monumento fue establecido en Minsk en honor del primer fuente de agua mineral “Mínskaya-4”. Simbolico que para su apertura desde Moscú llegaron hijo y nieto del geólogo famoso, Gerasim Bogomólov

Descendientes con la sangre belarusa

Con éxito pasan por la vida los descendientes de Gerasim Vasílievich, en cuyas venas, como se mencionaba anteriormente, fluye gracias a Francisca Vladímirovna, también la sangre belarusa. Su hijo, Yury, también es científico-geólogo. Empezaba como ayudante en el laboratorio en el Instituto Geológico de la Academia de Ciencias de la antigua Unión Soviética, defendió su tesis doctoral en la Universidad de Moscú, trabajó en África y el Medio Oriente. A propósito, en una entrevista admitió que en la infancia escuchó muchas historias contadas por su padre acerca de lo que las unidades de ingeniería iban detrás de las tropas, limpiando las fuentes de aguas de la contaminación y se ocupaban de suministro de agua para. Hay recuerdos de los investigadores, Sochevánov y Kehvishvili, que junto con su padre buscaban fuentes de aguas subterráneas con ayuda de las vides: el método de la radiestesia. A propósito, este método no está reconocido por la ciencia, pues es difícil darle una explicación científica. “Pero cuando tenían lugar batallas y era necesario tomar decisiones rápidas, a nadie se preocupaba por el origen de este fenómeno, dice Yuri Gerásimovich. Mi padre encontraba el agua con la ayuda de las vides. En sus manos, este palito se movía y se giraba. Aunque él entendía que si el método no estaba reconocido por la ciencia, no valía la pena contarlo. Pero siempre lo utilizaba”.

El nieto del académico, Gerasim Bogomólov, es un banquero exitoso con tres educaciones superiores. Una de las nietas, María, trabaja de la directora de la internacional empresa de auditoría. Otra nieta, Ekaterina, ocupa el cargo de la directora del departamento jurídico de una corporación grande, tiene dos educaciones universidades. El bisnieto, Maxim Bogomólov, es el oficial del Comité de Investigación de Rusia. Los demás bisnietos del científico estudian en la escuela o son de la edad preescolar.

¿Si los genes del abuelo ayudan a vivir? Al parecer, sí. En particular, antes Ekaterina se dedicaba al deporte: natación y baloncesto (maestro de deportes, campeona de Europa). Muchos dicen que su éxito en el deporte, y no sólo es el resultado de buenos genes. Un abuelo suyo era académico, el otro, era teniente general (David G. Bedinsky). Los dos fallecieron hace tiempo y no podrían ayudar a su nieta a hacer carrera. Por lo tanto, ella todo lo hizo sola, a veces pidiendo el consejo de su padre. Le ayudó mucho el deporte, el carácter y es probable, los genes... Su historia familiar también tiene mucho sentido. El teniente general, Bedinsky, con su esposa María Gusakova, también militar, crearon en octubre de 1941, en la ciudad de Dzerzhinsk –situada en las afueras de Moscú– el combustible para cohetes, que posteriormente fueron llamados, “Katyusha”. Mientras tanto, el catedrático, Gerasim Bogomólov, estaba en Moscú, evacuando empresas y organizando unidades de autodefensa. Cabe señalar que la primera Orden de la Estrella Roja fue entregada a Bogomólov en 1943. Él terminó la guerra, como ya dije anteriormente, en Berlín. Por lo tanto, los nietos y bisnietos siguen ejemplo de su abuelo-académico y abuelo-ganador.

Yuri Vrublevsky

Moscú — Minsk
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