“ЎVenga de visita!”

El vice alcalde de Bialystok reflexiona sobre nuestros valores
El vice alcalde de Bialystok reflexiona sobre nuestros valores.

Al prepararme para viajar a Bialystok, no he pensado en las dificultades del idioma. Porque la ciudad se considera el centro principal de la minorнa belarusa en Polonia... Pero mis amigas, que estudiaron bien la ciudad polaca mбs oriental a su tiempo desde el punto de vista de compras, dudaron de mi propуsito de meterme en la vida local sin conocimientos del polaco, si no voy a visitar sуlo las tiendas. Me dijeron que nuestro idioma comprende allн muy poca gente, asн que sin un guнa me resultarб complicada mi excursiуn por los lugares notables de la ciudad…
Sin embargo, en cuanto hubiera bajado del tren en la estaciуn de Bialystok, comprendн que ya me esperaban. A nuestros compatriotas los reciben aquн con hospitalidad, aunque en efecto el belaruso ya no habla casi nadie en Bialystok. Pero mis primeras tentativas de hablar con los transeъntes mi idioma natal me persuadieron de que no habнa de quй preocuparme. Sobre sus raнces belarusas Bialystok se acurda, aquн sin problemas se puede hablar con los habitantes locales el belaruso y el ruso. Y si tiene Usted suerte hasta podrб conocer unas historias familiares curiosas, donde se entrelaza la historia polaca y belarusa. Al enterarse de que soy belarusa, la gente que veнa por primera vez en mi vida, comenzaban a relatarme sobre ellos mismos y sus parientes belarusos, me invitaban a visitar sus casas... Seguro que esa visita a Bialystok no fue la ъltima — pues me gustarнa mucho venir aquн una vez mбs. Y tendrй muchos motivos para hacerlo, como lo he comprendido de nuestra conversaciуn con el vice alcalde Aleksandr Sosna (a propуsito, tambiйn es oriundo de Belarъs).
— Segъn los datos oficiales del ъltimo censo de poblaciуn, en Polonia viven de momento casi 50 mil belarusos, y sobre todo principalmente en la regiуn de Bialystok. Seguro que Usted, Aleksandr Grigуrievich, puede darnos otras cifras ilegales, їverdad?
— En realidad, son aquellas 50 mil, que reconocieron oficialmente que no son polacos. Pero determinar la cantidad de los belarusos en Polonia se puede de otro modo. Los polacos suelen ser catуlicos. Los ortodoxos suelen ser los belarusos, rusos o ucranianos. Si tomamos en consideraciуn que en Polonia de momento viven mбs de 400 ortodoxos, pues resulta que los belarusos entre ellos constituyen la cifra de 130 mil aproximadamente... Es decir que siempre “estuvimos, estamos y estaremos” por aquн.
Pero si mis padres estudiaban en las escuelas con el idioma belaruso, pues en el instituto de enseсanza media, que graduй yo, enseсaban ya sуlo el polaco y el ruso. Por eso el belaruso lo hablo con dificultades, aunque lo comprendo perfectamente. Pero cuando alguien afirma que hablar el ruso o el belaruso en Polonia se considera de mal tono, es un absurdo. Es que la generaciуn de posguerra fue educada en otras condiciones, pues eso no molesta a muchos de nosotros percibir a sн mismos como belarusos.
— Sabe, en Bialystok se siente que Belarъs y Polonia no son simplemente los vecinos...
— Al fin y al cabo todos somos eslavos. Ademбs estamos acostumbrados a que Bialystok estб a dos pasos de Belarъs. Ayer, por ejemplo, mi amigo estuvo en Grodno, y yo le pedн que me trajera el pan negro — me gusta mucho el pan belaruso... Y hace poco he visto la pelнcula rodada para la conferencia actual de los esperantistas en Rotterdam (a propуsito, el aсo que viene el Congreso Universal del Esperanto se celebrarб aquн, Ўvenga Usted obligatoriamente!). En la pelнcula tratamos de mostrar Bialystok actual, la ciudad del siglo XXI, donde siempre hombro con hombro coexistнan pacнficamente polacos, belarusos, judнos, rusos, alemanes, franceses, — no debe sorprender que precisamente aquн hubiera nacido Ludwik Zamenhof, que ha inventado este idioma universal esperanto... Bueno, la pelнcula termina con una canciуn belarusa, interpretada por nuestro famoso conjunto folklуrico de la aldea Oreshkovo. Con eso quiero decir que nos sentimos orgullosos de nuestros belarusos. їLo comprende Usted? Y si uno quiere que sus hijos aprenden “el idioma belaruso”, ya no es tan complicado como antes. En las escuelas pъblicas de Bialystok hay clases con el idioma belaruso, y en septiembre del aсo pasado aquн fue abierta la primera escuela privada ortodoxa con la posibilidad de aprender el belaruso. Con esa oportunidad querнa agradecer a la embajada belarusa y al consulado general su apoyo permanente que presta a esta escuela — a finales del aсo acadйmico, por ejemplo, Belarъs regalу a los escolares los libros nuevos y los trajes populares...
— Hace poco en Bialystok fue abierto el primer Centro Cultural Belaruso en Polonia...
— Sabe Usted que eso me alegra como al belaruso y al vice alcalde a la vez. Es que el centro como ese podнa surgir en Varsovia tambiйn... Pero sуlo el hecho de que existe aquн quiere decir: nosotros existimos. Es decir los belarusos que viven en Polonia no se olvidan de sus raнces, intentan vivir como una familia con sus vecinos tan cercanos. Es que en Grodno viven en su mayorнa los mismos belarusos y polacos — їpues si tenemos algo para repartir? Claro que comprendo que existe la polнtica a nivel muy alto, pero para el intercambio de las exposiciones, conciertos, los conjuntos deportivos o musicales no es necesaria ninguna polнtica. Basta sуlo el deseo de invitar a los amigos a visitar su casa...
— A propуsito, hablando de los huйspedes. Han pasado los tiempos cuando los belarusos hacнan todo lo posible para viajar a Bialystok para comprar las mercancнas tan escasas, їpero si estбn aquн esperando a los turistas belarusos?
— Para los turistas Bialystok es una ciudad de trбnsito — por eso no tenemos tantas curiosidades como en Varsovia. Pero, me parece que aquн se puede pasar la noche, descansar o pasar los fines de la semana con un placer. Si el procedimiento para solicitar el visado fuera menos complicado, creo que los belarusos podrнan elegir nuestra ciudad para pasar aquн los fines de semana — es que Grodno se encuentra sуlo a unos 70 kilуmetros... Venga a visitarnos los dнas de fiesta de Bialystok en verano, duran dos semanas enteras, y todos los dнas — los conciertos grandes en la plaza central de la ciudad. ЎVenga aquн para la Navidad, venga siempre!.. Bueno, hace poco las fiestas las festejбbamos sin escala y Bialystok se consideraba la ciudad polaca mбs segura. Existнa sуlo un supermercado, no habнa ningunos restaurantes en el centro de la ciudad, sуlo la noche vieja el obispo y el alcalde de la ciudad levantaban las copas con champaсa a la entrada de la iglesia catуlica, agradecнan a los ciudadanos su respaldo durante el aсo pasado — y despuйs todos juntos se iban a casa. Ahora las autoridades de la ciudad ven otra Bialystok — por todas partes se abren las cafeterнas chicas, las plazoletas de concierto, los teatros cуmodos, se construyen los supermercados nuevos, los jуvenes no pasan las noches ya en casa, y pasean por las calles... Notamos aquн que la ciudad sigue conservando, igual que antes, la fama de la menos peligrosa en Polonia.
— Y ademбs aquн me han relatado de una aficiуn un poco rara del vice alcalde — colecciona las tarjetas viejas. El periуdico “SB. Belarъs Segodnia” para el placer de los lectores, ya lleva varios aсos colaborando con el coleccionador de las tarjetas famoso de Minsk Vladнmir Likhodйdov. їY dуnde se puede ver sus rarezas?
— Sн que somos amigos con Volodia, sй que hace poco publicу un libro maravilloso mбs con las ilustraciones de su colecciуn... Mi colecciуn de las tarjetas es un poco mбs pequeсa — sуlo una mil y media. Y colecciono sуlo las imбgenes de los templos rusos ortodoxos, que antes adornaban las ciudades y aldeas belarusas en el territorio de Polonia. Pero igual que a Likhodйdov me gustarнa que mis tarjetas vieran todos, — por eso creй el sitio www.chram.com.pl, entreguй 125 tarjetas para la exposiciуn permanente en la Academia Supraslskaya, y pronto planeo junto a mi amigo de Moscъ editar el libro “Los templos ortodoxos en Polonia de los aсos 1815–1915”. Pienso que en Belarъs hay mucha gente que podrнa interesarse de nuestras reliquias desaparecidas.

Irina Zavбdskaya
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